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iratxe bernal
Miércoles, 15 de enero 2020
No todos los trabajos aportan un sueldo. Les hay que pueden tener más o manos reconocimiento pero carecen de valor económico. Como la economía sumergida, la realización de las tareas domésticas en el propio hogar no está incluida en el cálculo del Producto Interior Bruto aunque son muy productivas y podrían convertirse en actividades de mercado con un valor muy concreto; el 40,77% del PIB.
La investigadora Marta Domínguez Folgueras, profesora de Sociología en el Instituto de Estudios Políticos de París, ha realizado un análisis ahora recogido por el Observatorio Social de La Caixa que valora ese trabajo doméstico en más de 426.372 millones de euros. Los datos corresponden al año 2010 porque los únicos datos a nivel estatal disponibles (y partir de los que se ha realizado el estudio) son los obtenidos por Carlos Angulo y Sara Hernández al realizar en 2015 para el INE su 'Propuesta de cuenta de producción de los hogares en España en 2010'. Sin embargo, como destaca la autora, «la evolución del mercado de trabajo desde entonces no nos hace pensar que en la actualidad la cifra haya disminuido».
En Euskadi hay datos algo más recientes, de 2013. Están incluidos en la última edición de la Cuenta Satélite del Trabajo Doméstico realizada por Eustat en 2016 e indican que en el País Vasco el trabajo doméstico no remunerado equivaldría al 32,4% del PIB; 21.342 millones. Según el propio Institutos Vasco de Estadística, ese porcentaje ha caído alrededor de 14 puntos porcentuales en los últimos veinte años.
Para calcular el valor económico de estas actividades, Domínguez Folgueras ha optado por estimar el tiempo que los miembros del hogar invierten en las tareas domésticas y multiplicarlo por el salario neto que se pagaría a una persona por realizarlas, que sería de 8,09 euros por hora. Es una estimación conservadora porque, como advierte el artículo, habría otra forma de realizar la cuenta; también podría tenerse en cuenta el salario que la persona que realiza efectivamente la actividad tiene en su ocupación habitual, en su actividad profesional, entendiendo que eso es lo que podría ganar en su puesto de trabajo si no dedicara ese tiempo a tareas no remuneradas.
La estimación del tiempo que cada miembro de la familia dedica a estas tareas se ha realizado a partir de la Encuesta de Empleo del Tiempo que elaboró el INE en 2010, que ratifica que la aportación de hombres y mujeres a este trabajo es desigual. Como ocurre en el mercado remunerado, el trabajo doméstico es básicamente femenino. Dentro de los propios hogares, cuando es «invisible», el 70% de este trabajo lo realizan ellas. «En todas las actividades analizadas, las mujeres tienen un mayor peso que los hombres.
Las mujeres aportan un 62% del cuidado a niños o personas dependientes, un 68% a la limpieza y el mantenimiento de la casa, un 70% a la preparación de alimentos y un 82% al cuidado de la ropa, la tarea más feminizada en proporción», detalla para concluir que «el trabajo no remunerado realizado por las mujeres ascendería a 33.928 millones de horas y representaría un 26,24% del PIB de 2010. Es decir, que si fuera considerado un sector de la economía, la parte realizada por las mujeres tendría un peso económico similar al del sector industrial».
Si distribuimos las tareas, las relacionadas con la preparación de las comidas (incluyendo el tiempo empleado para realizar las compras o lavar los platos) serían las más costosas, seguidas de las necesarias para el mantenimiento de la vivienda como la limpieza o la realización de reparaciones. El cuidado de niños y personas dependientes es la tercera categoría por importancia económica, con un coste equivalente a la mitad del coste de las tareas de alimentación. Aunque con un matiz. «Si bien todos los hogares necesitan alimentar a sus miembros y mantener la vivienda, no en todos se realizan actividades de cuidado a niños o dependientes. Si solo consideráramos los hogares en los que hay personas que requieren cuidado, su valor respecto a otras categorías sería más elevado», aclara Domínguez Folgueras. En tercer lugar estaría todo lo relacionado con la colada o el cuidado de la ropa.
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