El SEPE alerta a los parados de una nueva estafa

Desde la irrupción de la pandemia con la consiguiente digitalización de las comunicaciones oficiales, son numerosos los casos en los que los ciberdelincuentes intentan hacerse pasar por el SEPE, la Seguridad Social o Hacienda aprovechando que muchas personas están pendientes de la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, las ayudas públicas para autónomos o los ERTE.

En ocasiones el mensaje nos invita a «acceder a toda la información» contenida en un archivo adjunto (supuestamente, nuestro expediente o un formulario que debemos rellenar) e incluso, para dar más veracidad, se nos dará la opción de pinchar en algún enlace que nos derivará a la supuesta web del organismo suplantado por si no podemos descargar ese adjunto.

Lo mejor es borrar automáticamente el mensaje e ignorar todo su contenido. Sin miedo; ni la Agencia Tributaria, ni la Seguridad Social o e SEPE solicitan nunca por correo electrónico información confidencial, ya sea económica o personal por lo que no pide ni números de cuenta ni de las tarjetas de los contribuyentes. Tampoco adjunta anexos con información de facturas u otros tipos de datos ni realiza devoluciones a tarjetas de crédito o débito. Los trámites que se pueden hacer telemáticamente se realizan siempre entrando directamente en la correspondiente web oficial.

En los mensajes fraudulentos a veces se nos indica que debemos llamar a alguna empresa de atención e información telefónica encargada de redireccionar las llamadas a ese organismo y se nos advierte de que nos cobrarán en función de la tarificación para solicitar servicios como pedir cita previa o el borrador de Renta. Tampoco es cierto; los organismos públicos no cobran nunca importe alguno por los servicios que presta.

En caso de duda (la Seguridad Social, por ejemplo, sí ha enviado mensajes SMS con enlaces a información sobre la vida laboral a los afiliados que previamente han facilitado su número de móvil), lo mejor es olvidarse del mensaje, borrarlo y acudir por nuestros propios medios al organismo que supuestamente nos ha enviado la notificación. En su web (a la que tampoco hay que entrar por el mail que hemos recibido) podremos consultar los medios reales de atención al público.