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La demanda de empleo por parte de las pequeñas y medianas empresas (pymes) sufrirá una leve desaceleración en los próximos años. Aún así estas compañías, que constituyen aproximadamente el 98% del tejido empresarial del país, necesitarán cubrir en torno a un millón de empleos ... desde ahora hasta 2025. Irán al mercado en busca de administrativos, cuidadores y personal del comercio, fundamentalmente. Pero les costará encontrar otro tipo de profesionales, como trabajadores de la construcción, técnicos de ciencia e ingenieros. Son algunas de las conclusiones del Informe Anual de Empleo en las Pymes, elaborado por Cepyme y Randstad.
Apoyado en diferentes fuentes de datos como el registro de afiliación a la Seguridad Social o la Encuesta de Población Activa (EPA), el informe consigue «evidencias empíricas» sobre las demandas de empleo y sus correspondientes necesidades de formación. Factores «fundamentales» que permiten a las pymes «corregir desequilibrios estructurales y garantizar tasas de crecimiento de la actividad y de la ocupación durante los próximos ejercicios».
El estudio, que destaca el peso y la contribución en el empleo de las pymes, analiza la evolución y situación actual de este tipo de empresas en España. Destaca que el pasado año contribuyeron a la generación total de empleo en una proporción «similar» a su participación sobre el mercado laboral total que es de un 53%. Ello se tradujo en la creación de 340.000 empleos netos.
Los sectores más dinámicos para la contratación en las pymes fueron la informática (con un incremento del 12,1%), la construcción (+10,9%) y la reparación e instalación de maquinaria (creció un 9,2%). Los profesionales más demandados fueron los empleados administrativos, camareros y cocineros, profesionales de apoyo en finanzas, matemáticas, ciencias sociales y dependientes de comercio.
Los autores del informe creen que se producirá en los próximos años una desaceleración de la demanda. Aún así, se prevé que las pymes necesitarán en torno a un millón de empleos en los próximos cinco años, y medio millón adicional hasta 2028. Esa contracción de la demanda se dejará sentir en todos los colectivos, aunque a medio plazo será «levemente inferior» entre los empleados y operarios cualificados.
Dentro del grupo de trabajadores con mayor formación, los más cotizados serán los profesionales de la enseñanza, científicos, ingenieros y profesionales de las ciencias sociales. En lo que respecta a las ocupaciones de cualificación media, se prevé una mayor demanda de administrativos, cuidadores de persona y trabajadores del comercio.
Para analizar las posibles dificultades que podrían afrontar las pymes en los próximos años los autores del estudio han creado un Índice de Tensión Laboral (ITL), que definen como el ratio entre la demanda y la oferta de empleo por tipología de ocupación. Los empleos que mayores problemas de déficit experimentarán serán los cualificados y no cualificados en la construcción y todos aquellos relacionados con las ciencias y la ingeniería. Por otro lado, se prevé exceso de oferta de personal agrario no cualificado, empleados de hostelería y profesionales de la enseñanza
El estudio desagrega estos datos por horizonte temporal y tamaño de la empresa. Así, a medio plazo las pymes en general tendrán problemas para contratar a profesionales y técnicos en ciencias sociales, mientras que las microempresas (aquellas con menos de diez trabajadores) encontrarán más dificultades con los empleados de comercio. Un paso más allá, a largo plazo, el estudio prevé un aumento de «las tensiones» en los colectivos de directivos, administrativos y empleados cualificados de la construcción.
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