'Les prolétaires': demasiados marineros, campesinos, comerciantes...

El repaso arranca con los «petroleros fenomenales» de la época y sus supuestas mejoras. «Con una tripulación de diez hombres, se va al fin del mundo. / Antes hacían falta treinta, no era rentable. / Así que veinte al paro y los precios se vuelven más soportables. / Pero, con todos estos marineros, ¿qué vamos a hacer? / Se irán a la ciudad, tralaralará, / y los meteremos en la fábrica, siempre hacen falta proletarios». El esquema se repite en las otras dos áreas de actividad. Las pequeñas explotaciones agrarias, afirma la segunda estrofa, constituyen un vestigio de un pasado caduco, otra rémora para el progreso: «Mantienen Europa atrasada, fuera de la competición. / Hay demasiados agricultores, no es razonable. / unos cuantos millones al paro y la Europa verde será viable. / Pero, con todos estos campesinos, ¿qué vamos a hacer? / Se irán a la ciudad, tralaralará, / y los meteremos en la fábrica, siempre hacen falta proletarios». Los tenderos, por su parte, «morirán de IVA», aunque su desaparición también resultará positiva de cara a la deseada modernización: «El pequeño comercio debe morir, no es rentable. / Ve al supermercado, los precios son más asequibles». Tras bajar la persiana de sus negocios, cómo no, habrán de seguir el mismo camino hasta la cadena de montaje.

Y la cadena de montaje acabará trasladándolos a todos ellos fuera de Bretaña: «En Nantes, en Rennes o en Brest apenas hay trabajo», así que la solución es «que vengan a la capital, mejor para el empresario». Y, a partir de esa mudanza masiva, el último verso experimentará un cambio fatal, ya que ahora «siempre habrá demasiados proletarios». Algunos de ellos encontrarán acomodo en las fuerzas de seguridad: «Si hay demasiado paro, habrá desorden, / harán falta policías para mantener el orden. / Ya lo decía Hitler, un parado no es rentable, / un soldado cuesta mucho menos y es mucho más razonable. / Pero, con todos estos policías, ¿qué vamos a hacer? / Se irán a la ciudad, tralaralará, / y aporrearán a los obreros, aporrearán a sus hermanos».

«Siempre canto 'Les prolétaires'. Me siento en sintonía con la gente, con el pueblo, con una cierta forma de ver las cosas que se suelen menospreciar», ha declarado Servat. De hecho, en su álbum de 2013, el cantautor bretón decidió retomar aquel viejo tema, al considerarlo «más válido que nunca» en plena debacle financiera. Le dio un toque más roquero y modificó una estrofa, la del despoblamiento rural, para adaptarla a la deslocalización globalizada de nuestros tiempos. «A los obreros cualificados les dicen que es la crisis, / habrá que hacer las maletas para los países que están en la miseria, / allí donde el patrón deslocaliza para enriquecer a sus accionistas». La conclusión, tralaralará, es la misma que cuatro décadas atrás: «En las listas de Pôle Emploi [el INEM francés] siempre habrá demasiados proletarios».