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iratxe bernal
Jueves, 17 de marzo 2022, 08:03
Hasta el día 29 no sabremos qué medidas tomará el Gobierno para paliar las subidas de la gasolina, la luz y el gas. Será entonces cuando, según lo anunciado ayer por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se aprobará el real decreto que recogerá ... todas las actuaciones incluidas en el llamado 'Plan nacional de respuesta al impacto de la guerra'. El Ejecutivo pospone así cualquier posible alivio a los bolsillos de los ciudadanos a la celebración del consejo de ministros posterior a la reunión del Consejo Europeo del 24 y 25, una ambigüedad y unos plazos que en las estaciones de servicio no entienden.
«Esperar al día 29 nos parece un error. Creemos que esta es una situación absolutamente excepcional que merece medidas excepcionales. A finales de enero, cuando el barril de Brent estaba a 86 dólares, los analistas de JP Morgan advertían de que podría llegar a los 150 si había guerra. Parecía una barbaridad, pero ya ha superado los 140 y ahora sus previsiones se sitúan en los 185 mientras Barclays habla incluso de 200. Eso sin olvidar que en las estimaciones con que se realizaron los Presupuestos Generales del Estado el barril estaba en los 60 dólares», señala Nuria Lekue, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Bizkaia (Estaserbi) y vicepresidenta de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES).
En la patronal de las gasolineras tampoco entienden que el Gobierno se niegue a dar un paso sin el visto bueno de Bruselas cuando otros miembros de la UE sí lo han hecho. «Ya hay países que han anunciado medidas como Portugal, Polonia, Irlanda, Eslovenia o Francia, que ha rebajado en quince céntimos el precio del litro, pero aquí en cambio vamos a esperar y no sabemos tampoco a qué porque no el Gobierno ha hablado de medidas sin ninguna concreción», subraya.
La Confederación apuesta, «de manera excepcional y temporal», por la reducción del IVA y la exención del Impuesto Especial de Hidrocarburos, los dos gravámenes que actualmente se aplican a los carburantes y que llegan a suponer la mitad de lo que finalmente pagamos al repostar. Lo pidió ya en junio, cuando el Gobierno rebajó el IVA de la luz al 10% y la gasolina ya alcanzó los 1,38 euros el litro y el diésel, los 1,24. «Pedimos que se tomara la misma medida y desde entonces, según ha ido empeorando la situación, hemos reiterado la petición sin recibir nunca una respuesta», lamenta Lekue, quien además recuerda que, entre tanto, se ha presentado el Libro Blanco de la reforma fiscal. En este documento, el comité de expertos independientes convocados por el Ministerio de Hacienda recomienda aumentar los impuestos sobre sobre los carburantes. «El Gobierno debería revisar la urgencia por realizar la transición al coche eléctrico porque la realidad es tozuda y el coche más vendido el año pasado fue un diésel de más de diez años», asegura haciéndose eco de los datos de Ganvam y Faconauto que estiman que en 2021 por cada coche nuevo se vendieron 2,3 de segunda mano.
«En cualquier caso, la actuación es urgente. Hay gasolineras pequeñas que están teniendo muchos apuros porque las ventas están cayendo y, al tener un margen unitario pequeño, hace falta un volumen elevado para ser rentable. Algunas tienen serias dificultades para para poder comprar una cuba de combustible -explica la presidenta de Estaserbi-. Aunque cuando el cliente reposta en una de nuestras gasolineras pueda ver el logo de una petrolera, la mayoría de ellas son pymes familiares y están tan afectadas por estos precios desorbitados y volátiles como los consumidores».
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