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iratxe bernal
Miércoles, 7 de diciembre 2022, 00:25
Con el litro de aceite de oliva por encima de los cinco y el de girasol en los 2,40 como poco, no hay más remedio que repensar el uso que damos a un ingrediente indispensable y buscar la forma de consumirlo en menor ... medida.
Una primera medida para economizar es la de buscar alternativas más baratas. La más interesante es el aceite de orujo, que por precio está ahora entre el de oliva y el de girasol aunque tras el estallido de la guerra de Ucrania se llegó a situar por debajo de éste. Se trata de un subproducto del aceite de oliva que se obtiene tras refinar el agua, los huesos, la pulpa y las pieles de aceituna que no se aprovechan para obtener las otras variedades. Según el CSIC, «tiene todo lo que hace del aceite de oliva un aceite saludable, salvo el olor, el sabor y los polifenoles» y «soporta de forma excelente las altas temperaturas, por lo que es más interesante para su uso en cocina y fritos». En cambio, otras opciones como los aceites de semillas pese a ser más baratos no compensan porque, además de menos saludable, sólo pueden tener un único uso ya que se degradan antes.
En cuanto a su uso, aquí puedes encontrar alguna recomendación.
-Alternar tipos de aceite en función de uso. Lo suyo es destinar el aceite de oliva para aquellas preparaciones donde más se puede lucir y dejar el de girasol para las que requieran un sabor más neutro.
-Medir. Olvídate de eso tan alegre de «un chorrito» y echa una cucharada, dos, tres o las que hagan falta, pero medidas. No hay confundir medir con escatimar. De hecho, para que un frito quede lo menos aceitoso posible hay que sumergirlo del todo en una buena cantidad de aceite muy caliente. Es decir, más aceite pero menos tiempo, lo que nuevamente nos permitirá reutilizarlo.
-Coloca el dosificador. La mayoría de las botellas de aceite tienen un primer tapón de rosca y después otro que se retira tirando de una anilla de plástico. Pues ahí donde lo ves no es un tapón de seguridad sino un dispensador. Si lo colocas al revés (con a anilla hacia dentro) y lo incrustas en la abertura de la botella, la boca de ésta quedará lo bastante obstruida como para impedir que el aceite salga a chorro pero no tanto como para no dejar que caiga un hilillo.
-Reutilizar. Un buen aceite de fritura se podría reutilizar hasta dos o incluso tres veces siempre que se limpie muy bien (filtrándolo o colándolo tras casa uno), no haya superado una temperatura de unos 160 grados y se utilice de nuevo a los pocos días para evitar que se quede rancia.
-No quemarlo. Como hemos visto en el punto anterior la clave para reutilizarlo es no someterlo a altas temperaturas si no es necesario. Conviene saber que el aceite se quema antes cuanto más puro es, así que si usamos virgen extra conviene no despistarse. Al freír, por ejemplo, no esperes a que humee y no lo pongas a calentar al tiempo que la sartén; hay menos riesgo de que se queme si lo echas a la sartén cuando ésta ya esté caliente porque podrás añadir los alimentos en menos de un minuto. Si tienes que freír en más de una remesa, tenlo todo preparado para que puedan poner en la sartén la segunda justo tras sacar la primera para así evitar que el aceite se enfríe y haya que recalentarlo.
-Secar los alimentos antes de freírlos. No solo evitaremos salpicaduras, además evitaremos que el agua estropee el aceite e impida que lo podamos reutilizar.
-Escoge bien los utensilios. No hablamos de comprar una freidora de aire que requiere una buena inversión inicial, pero si tenemos que hacer 'plan renove' de sartenes conviene gastar un poco más y comprar una antiadherente o con fondo térmico difusor, que permiten una distribución del calor homogénea en toda la superficie. También hay otros elementos como atomizadores, pulverizadores o brochas de silicona que servirán para evitar el exceso de aceite en preparaciones como ensaladas o procesos, como pintar los alimentos que van al horno o untar la fuente donde los vamos a preparar.
-Usa la sartén del tamaño adecuado. Preparar algo para una o dos personas en una sartén de gran diámetro es un derroche de aceite y de energía.
-Probar nuevas formas de preparar los alimentos y dar una oportunidad al microondas, la vaporera o la plancha. Hay quien por ahorrarse calorías ya hace la tortilla de patatas cociendo las patatas en el microondas en vez de confitarlas a la manera tradicional en aceite y con paciencia. También podemos usar más el horno, aunque el precio de la luz no invite a alardes. Por otro lado, puede ser un momento para probar nuevos aliños para las ensaladas que no requieran aceite.
-Aprovechar el aceite de las conservas. Parte de las propiedades nutricionales del alimento que ayudan a conservar queda incorporado a los aceites, que se pueden utilizar para dar más potencia a la mayonesa de la ensaladilla rusa, en una vinagreta o para preparar sofritos o salsas. Sólo hay que tener en cuenta que absorbe el sabor del producto que conserva y, por tanto, hay que utilizarlo sólo cuando esa concentración de sabor sea compatible con el resto de ingredientes.
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