El PNV pierde peso en el consejo de Euskaltel
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Los lazos entre el PNV y Euskaltel son históricos. Al fin y al cabo fue este partido quien aprovechó una negociación política con el Partido Popular para forzar la creación de la empresa de telecomunicaciones, en un momento en que comenzaba la liberalización del ... sector pero aún imperaba el monopolio de Telefónica. Nadie era capaz de vislumbrar en 1996 el fulgurante desarrollo que tendrían las empresas privadas de telecomunicaciones y la formación jeltzale decidió pisar el acelerador y anticiparse. Lo habían hecho más de una década antes también con el gas natural canalizado y tocaba garantizar, con buen ojo por cierto, que Euskadi entraba en la primera división de la conectividad digital.
Cuenta la leyenda urbana que fue una negociación nocturna materializada en Burgos, entre Juan José Ibarretxe –entonces vicelehendakari y consejero de Hacienda del Gobierno vasco- y Jaime Mayor Oreja en nombre del PP. La elección de Burgos fue circunstancial, porque aquella noche Ibarretxe tomaba un Talgo pendular con dirección a París desde la capital castellana. Así, a cambio de que el PNV votase a favor de la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno –qué macedonias se condimentaban entonces-, el PNV consiguió un buen número de transferencias en materia fiscal. Entre ellas la capacidad normativa sobre el IRPF y la de recaudación de impuestos especiales, principalmente. En el zurrón, Ibarretxe se llevó a París el compromiso de que Euskaltel tendría una licencia para operar en telefonía fija e internet, lo único que se había privatizado del sector. Para sortear la compleja legislación del momento pactaron que Euskaltel alquilaría la licencia de Retevisión, el primer operador alternativo a Telefónica, que tenía un importante peso del capital público.
La influencia del PNV en la compañía telefónica, por tanto, existe desde la cuna. La presidencia de la sociedad en manos del exlehendakari José Antonio Ardanza -gestión impecable la suya al frente de la operadora- pudo ser la plasmación máxima de esos lazos, aunque no era ni mucho menos la única conexión.
Pero esta semana que acaba de terminar se ha producido un paso en el proceso de alejamiento. Uno más, porque ya hay varios acumulados en los últimos años, desde que el Gobierno vasco y más tarde Kutxabank iniciaran su salida. Total en caso del Ejecutivo de progresiva reducción de participación accionarial en el segundo. Ahora es un fondo de inversión británico el principal accionista, Zegona. En este contexto, la junta de accionistas ha aprobado la salida del consejo de administración de dos vocales significativos. Se trata de José Ángel Corres, que ha sido cargo de confianza de la formación nacionalista como presidente del Puerto de Bilbao y Miguel Ángel Lujua, expresidente de la patronal vasca Confebask y exdirector general de IMQ. Lujua no ha sido cargo del partido sí es de la total confianza del PNV.
¿Reequilibrio político y regional? Puede haber algo de eso, porque entre las incorporaciones al consejo de administración de la operadora, que tiene importantes intereses en Galicia tras la adquisición de la empresa R, está la de Beatriz Mato, exconsejera de la Xunta de Galicia y líder durante algún tiempo del Partido Popular en La Coruña.
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