El peligroso patinete de Rosa García

EL CORREO ha podido conocer ahora los detalles de aquel accidente, que puede calificarse al mismo tiempo de doméstico, tecnológico, fruto de la innovación y el desarrollo y también una consecuencia de los peligros que entraña la modernidad. Rosa había decidido regalar a su marido un patinete eléctrico. Uno de esos artilugios que se han puesto de moda gracias al avance de la tecnología de los pequeños motores eléctricos y que causan no pocos problemas en la movilidad urbana. En especial porque no está claro si deben circular por la acera o por la calzada y porque, además, alcanzan velocidades considerables.

Total, que quien ha sido la directiva española de moda durante años, adquirió el patinete y lo llevó a casa. Acababa de enseñarle el regalo a su marido cuando ella misma se animó a probar ese instrumento 'del diablo'. Duró, según sus propias manifestaciones, apenas unos quince segundos encima de su pequeña plataforma. La inercia del potente motor eléctrico provocó el fatal desequilibrio. Poner las dos manos para tratar de reducir las consecuencias del impacto del cuerpo contra el suelo fue aún peor. La movilidad eléctrica será sostenible desde la vertiente ambiental, pero a todas luces resulta 'desequilibrante' y peligrosa.

Esta semana, al menos, las cosas han ido mucho mejor para esta licenciada en matemáticas y además en el país origen de Siemens, la multinacional para la que ha trabajado durante años. El presidente de la República Federal Alemana le ha impuesto la Cruz de la Orden del Mérito. Es la distinción de mayor rango del país que puede concederse a un civil.