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Jorge Murcia
Jueves, 19 de diciembre 2024, 00:11
El próximo año traerá importantes novedades en el ámbito del trabajo. El Gobierno quiere hacer efectivas, a lo largo de 2025, una serie de medidas para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y facilitar la conciliación familiar.
Los tres pilares del proyecto de ley que espera aprobar el año que viene el Ejecutivo son la reducción de la jornada de trabajo -pasará de 40 a 37,5 horas semanales-, el registro de jornada, y el derecho a la desconexión digital.
El objetivo de la norma es el de asegurar, mediante «una adecuada regulación de la limitación y organización» del tiempo de trabajo, «la salud, la conciliación y en general la dignidad y el libre desarrollo» de los trabajadores.
Respecto al registro de jornada, pretende implantar un «control eficaz del tiempo de trabajo» para garantizar «los tiempos máximos y los descansos mínimos» y evitar las horas extraordinarias ilegales y, «en su caso, impagadas».
Los principales puntos en que se basa el nuevo registro son los siguientes:
-El registro diario de entrada y salida del trabajo se efectuará por medios digitales. Se acabaron los cuadrantes escritos a papel y bolígrafo.
-Los asientos de registro los deberán realizar los propios trabajadores, de manera que la empresa no pueda condicionar su contenido.
-Se deberá garantizar la autenticidad y la trazabilidad de los datos introducidos identificando de forma inequívoca la identidad del trabajador. Esto implicará, casi con toda probabilidad, la implantación de sistemas de identificación biométricos.
-El acceso al registro será inmediato tanto para los trabajadores como para sus representantes legales y para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Estos dos últimos -representantes e Inspección- podrán consultar además el registro de forma remota.
-La información contenida en el registro debe figurar en un formato comprensible para facilitar su documentación.
-Los registros deberán conservarse durante cuatro años.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, expresó recientemente su intención de que el anteproyecto se apruebe «en cinco o seis meses». No obstante, aunque el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique la nueva ley a mediados de 2025, alguna de las medidas incluidas podrían aplicarse con efecto retroactivo al 1 de enero.
Es el caso de la reducción de jornada, ya que la jornada laboral de los trabajadores se suele contabilizar de manera anual, lo que facilita su aplicación retroactiva.
Todo lo contrario sucederá con el registro horario. Aunque la ley entre en vigor a mediados de año, habría un plazo de seis meses para su aplicación, de manera las empresas y autónomos con empleados deberían tenerlo listo para finales de 2025.
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