Las formas más caprichosas de dilapidar una fortuna milmillonaria: menús de 1.800 euros, perfumes de 11.500 euros...

Algunos multimillonarios pagan miles o incluso millones de euros por degustar la gastronomía más exquisita o disfrutar de alojamientos de superlujo, entre otras experiencias exclusivas

Martes, 25 de octubre 2022, 00:37

Según un informe sobre «riqueza extrema» realizado por la consultora Altrata, en el mundo hay aproximadamente 3.300 personas milmillonarias. Gente con una fortuna superior a los 1.000 millones de euros que, en su conjunto, acumulan casi el 14% del PIB mundial.

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Entre ... ellos los hay discretos y ahorradores. Pero por supuesto, también quienes hacen ostentación de su fortuna y además la derrochan de forma absurda, al menos a ojos del más común de los mortales, que ni en mil vidas podría acaparar tanto dinero.

Son los denominados 'big spenders', gente que no duda en gastarse miles, o incluso millones, de euros -dólares, libras o la moneda correspondiente- en los caprichos más exclusivos. Auténticos dinerales invertidos en pasar una noche en la habitación del hotel más exclusivo, probar todo tipo de exquisiteces culinarias, organizar conciertos privados a cargo de la estrella musical del momento, comprar coches a precio de jets privados, o jets privados a precio de cohetes espaciales.

Comprarse una isla en Hawai

A veces es posible poner cara y ojos a quienes realizan semejantes dispendios. Es el caso de Larry Ellison, uno de los 'padres' de Sillicon Valley y fundador de la empresa Oracle, la empresa de aplicaciones y plataformas en la nube.

Gran aficionado a las compras más o menos habituales en ese selecto club de multimillonarios -barcos, hoteles, coches, etc.-, su adquisición más excéntrica fue la compra, en 2012, de una de las islas más grandes de Hawai (364 kilómetros cuadrados) por más de 500 millones de dólares.

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Dos años después otro de los ilustres millonarios del sector tecnológico, Mark Zuckerberg, se gastó bastante menos dinero, dos millones de dólares. Pero lo hizo en un coche, un Pagani Huayra de más de 700 caballos de potencia.

Tampoco escatimó en gastos Kylie Jenner, la menor del clan Kardashian, al organizar el segundo cumpleaños de su hija Stormi: 100.000 euros empleados en organizar los fastos, que tuvieron como 'aperitivo' una semana de precumpleaños -que incluía un viaje a Disneyland París- seguida de un gran evento en una exclusiva sala de fiestas alquilada para la ocasión. El listón estaba alto: Jenner creó, para celebrar el primer aniversario de la pequeña Stormi, un mini parque de atracciones a su gusto y medida.

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Habitación de hotel a 100.000 dólares la noche

Ellison y Jenner se ajustan perfectamente al perfil de clientes que se gasta 200.000 dólares en pasar dos noches de hotel. Es el precio de The Empathy Suite Sky Villa, la habitación más cara del Palms Casino Resort, en Las Vegas. En realidad, 'sólo' cuesta 100.000 dólares, pero es obligado reservarla al menos para dos noches. Diseñada por el artista británico Damien Hirst, incluye dos dormitorios principales, una sala de relajación, un jacuzzi en voladizo con vistas, camillas para masajes, etc.

Sería el lugar ideal para degustar el plato más caro del mundo. Según la BBC y el portal eater.com, ese privilegio corresponde a las fresas Arnaud. Se trata de un delicioso postre realizado con fresas, un adobo de Oporto, vino rojo, especies, cítricos y helado de vainilla. Todo ello coronado -y aquí reside gran parte de la exclusividad- por un diamante de 7 quilates de color rosa. Su precio -en dólares- alcanza los 3,95 millones.

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El restaurante más caro, en Ibiza

Tampoco sería descabellado degustarlo en Sublimotion, el restaurante del Hotel Hard Rock de Ibiza regentado y dirigido por el chef Paco Roncero. El menú por persona es de 1.800 euros. No es lo que se paga por comer sino, tal y como se señala en la web del local, disfrutar de «una aventura exclusiva y novedosa para 12 únicos comensales por noche».

Consiste -sigue explicando la página web- en «el primer perfomance gastronómico creado para potenciar el placer de sentarse a comer alrededor de una mesa» a partir de «un nuevo arte escénico que fusiona alta gastronomía, tecnología, puesta en escena y espectáculo».

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El gastronómico es un campo muy explotado en el sector del lujo. Capaz de producir raciones de ñoquis -un tipo de pasta italiana hecha de patata, harina de queso y ricota- azules a 4.400 dólares la ración. Son los que sirven en el restaurante Golden Gate de Nueva York. La extravagancia, y el valor añadido del plato consiste en el color azul de la masa, obtenido después de añadirle glándula de pez antorcha, un ingrediente muy caro de conseguir.

Café a partir de excrementos de civeta

Este tipo de comidas se podrían coronar con un buen café. O al menos el más caro del mundo: es el Kopi Luwak o café de civeta. Se elabora -y no es broma- a partir de excrementos. Más específicamente, de los granos parcialmente digeridos por este felino típico de Indonesia. La materia prima, extraída de la caca de la civeta, se lava y tuesta. Pero sólo lo justo para no estropear los sabores creados por el proceso de digestión. La taza de Kopi Luwak puede costar hasta 80 dólares.

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El mundo de la moda es otro de los dan pie a todo tipo de caprichos y, por qué no decirlo, excentricidades. Entre los primeros está el 'Number 1 Imperial Majesty' de Clive Christian. Según la revista The Luxury Trends es el perfume más caro del mundo: casi 11.500 euros de una esencia fabricada con ingredientes como lirio de los valles, vainilla de Tahití, rosa centafolis o cardamomo. El frasco que lo contiene aporta buena parte del valor, ya que está elaborado con cristal artesanal, con un cuello de oro de 24 quilates.

En cuanto a las extravagancias, es posible puede invertir 30 millones de dólares en comprar un bikini, diseñado por Susan Rosen para Victoria's Secret y elaborado con 150 diamantes de la casa Steinmetz.

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