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Los cursos de formación para trabajadores consisten muy a menudo en tediosas clases impartidas en algún local lejano al lugar de trabajo o residencia, y donde se abordan temas densos con una metodología demasiado academicista. Con la intención de cambiar esa realidad nació hace una década (la cumplen este año) TAK Learning, formada en San Sebastián por un grupo de personas procedentes del mundo de la comunicación y la publicidad. Su propuesta pasa por idear una formación 'online' personalizada para las empresas y que combine la «pedagogía, la tecnología y la creatividad». «Veíamos mucha formación densa y aburrida. Nosotros creemos que aplicando ideas, conceptos, recursos más del mundo de la comunicación y la publicidad se pueden crear acciones de aprendizaje mucho más atractivas y motivantes, estimulantes para las personas», explica Óscar Astier, consejero delegado de la compañía.
El secreto de TAK Learning consiste precisamente en lograr «un equilibrio» entre los equipos de trabajo multidisciplinar que integran la empresa, formados por tecnólogos, pedagogos y creativos. Fórmula con la que se ha creado un método de aprendizaje «muy práctico, dirigido a la acción, para trasladar a los colectivos el conocimiento más crítico, el que más valor va a aportar a las personas». Astier y sus compañeros se dieron cuenta de que el mercado estaba lleno de empresas tecnológicas enfocadas a crear un producto «sin más, genérico, similar para todo el mundo». Por eso se centraron en crear acciones de aprendizaje «a medida de cada empresa».
TAK Learning imparte cursos de las más variadas temáticas, como prevención de riesgos laborales, procesos industriales, mejora de atención al cliente, etc. La metodología de trabajo incluye en muchas ocasiones juegos adaptados a las necesidades de cada colectivo. Jugar al mismo tiempo que se adquieren los conocimientos que interesa transmitir cada empresa a sus trabajadores. «A veces les hacemos competir en una especie de liga de casos prácticos a lo largo de varios meses, en la que tienen que ir resolviendo una serie de situaciones reales que se pueden dar en su puesto de trabajo», ilustra Astier.
El mayor valor añadido de TAK Learning reside, según sus responsables, en que ofrecen «un servicio integral». Para ello han desarrollado «un portal del conocimiento» bautizado como Alejandría, con el objetivo de que cualquier empleado al que vaya dirigida la formación encuentre allí «todo lo que necesite: un curso, un documento, un vídeo, un caso práctico… Se trata de crear una comunidad de aprendizaje para que el conocimiento fluya».
Otra ventaja respecto a métodos de formación convencionales es que se imparte 'online', por lo que los trabajadores pueden participar desde sus casas, «con sus móviles, tablets, y en el horario que quieran». El ahorro de tiempo es un factor que también juega a favor del método que ofrece TAK Learning, ya que las horas empleadas en la formación se compensan con las de trabajo.. «Por su parte, la empresa tiene la trazabilidad de todo lo que hacen sus empleados: saben quién ha superado el curso, cuándo y cuánto tiempo se ha conectado».
Entre sus clientes se encuentran empresas industriales, sanitarias, del sector 'retail', etc. Entre ellos está Mercedes Vitoria, para la que organizan cursos «de prevención de riesgos laborales, seguridad, enseñanza de procesos industriales… Desde sus casas, los trabajadores pueden acceder a vídeos formativos que hemos grabado en la propia planta, y a los que no podrían tener acceso de una manera presencial».
También han desarrollado juegos personalizados para otras industrias potentes como Vidrala. La acción creada para esta última empresa aborda el tema de la seguridad laboral. Una especie de videojuego «en el que van saltando alertas, y el trabajador debe entrar en las cámaras de seguridad para ver lo que está ocurriendo. Ha de superar esas situaciones de alerta mediante el aprendizaje de unos contenidos que se le ofrecen en vídeo. Así se logran apagar las alarmas. Y hay un índice de seguridad que va pasando de rojo a verde a medida que se vayan consiguiendo más puntos. Se trata de aprender contenidos dentro de un juego, algo que te motiva. Pero también tiene su parte de sensibilización», dice Asier.
La empresa donostiarra cuenta con 27 trabajadores, la mayoría de ellos en la sede central, situada en el parque empresarial de Zuatzu. Además, tiene oficinas comerciales en Madrid y Barcelona. Y este año, en el que cumplen diez de vida, están acometiendo su fase de internacionalización con una «acción comercial en Miami». «Es un buen momento para el sector porque las empresas están muy preocupadas por el desarrollo y la formación de sus trabajadores», asegura el consejero delegado de una compañía que en el último año ha visto crecer su facturación en un 30%.
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