Euskadi busca aprovecharse de la contaminación en China

Las mejoras medioambientales en el gigante asiático generarán una facturación de unos 500 billones de euros hasta 2020. La Spri anima a las compañías del sector a participar de esa tarta

Domingo, 25 de noviembre 2018, 01:29

China es un país de dimensiones abrumadoras en muchos ámbitos: población, consumo, producción industrial.. y también en contaminación. Las bestiales tasas de crecimiento que la economía china lleva registrando desde hace ya muchos años -aunque da algunos síntomas de desaceleración- conllevan un gran deterioro medioambiental ... . Sin embargo, el gigante asiático ha tomado conciencia de este problema, y esa preocupación se plasma en el decimotercer Plan Quinquenal 2016-2020, en el que apuesta por un crecimiento sostenible basado en la innovación.

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Se estima que para 2020 China puede gastar unos 500 billones (sí, con 'B') de euros destinados a distintas iniciativas para reducir la contaminación. Una inmensa ventana de oportunidad para empresas de todo el mundo especializadas en gestión de residuos industriales peligrosos, tratamiento de aire y de aguas residuales. También para las empresas vascas del sector. Así lo cree al menos la Agencia Vasca de Internacionalización-Basque Trade&Investment (integrada en el Grupo Spri), que la pasada semana organizó un evento en el que se abordaron las nuevas políticas de apertura del Gobierno chino en lo que se refiere a medio ambiente y comercio electrónico.

«Es un buen momento para promover el mercado de protección ambiental, porque se ha convertido en un nudo estratégico del desarrollo económico de China. Y las empresas vascas no deberían subestimar ese mercado», destacó durante la jornada Mikel Yang, delegado de Basque Trade&Investment en China.

Pero, ¿cómo abordar desde Euskadi el asalto a un mercado tan inmenso, complicado y que atrae a competencia de todos los rincones del mundo? «Es casi imposible, así que en primer lugar habría que poner el foco en algunas regiones más concretas, como en las que ya hay presencia de empresas vascas», dice Kristina Apiñaniz, directora general del cluster Aclima, que agrupa a 79 empresas del sector medioambiental vasco, así como a entidades públicas, centros tecnológicos y universidades. Aunque a su juicio existen varias formas de entrar en ese mercado, Apiñaniz advierte de que en casi todas «se requiere de un socio chino. Y si además acudes con necesidad de montar una infraestructura, es obligatorio por ley para determinados sectores».

La necesaria ayuda europea

En cualquier caso, Apiñaniz insiste en que por sí misma China no va a ser capaz de afrontar todos los retos ambientales, que básicamente son tres. Uno de ellos es el tratamiento de residuos industriales peligrosos. Según estadísticas oficiales, para 2020 el gigante asiático generará 120 millones de toneladas de residuos peligrosos (hace dos años era menos de la mitad). El 30% de ellos se destinará a tratamientos de incineración inofensiva y vertedero. Una buena oportunidad, destaca Apiñaniz, para empresas vascas como Indumetal (Erandio), especializada en la gestión integral de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y desmontaje de instalaciones industriales. O Befesa, multinacional con planta en Lutxana (Erandio) referente en el reciclaje de residuos de la industria del acero y aluminio.

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Euskadi también puede aportar su contrastada experiencia en el tratamiento de aguas residuales, un mercado que en apenas cuatro años multiplicará su volumen, hasta los 46 billones de euros. Aclima destaca que la tendencia es la de «reducir sucesivamente las inversiones en ingeniería, pero aumentando el peso de mercado de servicios de operación, por lo que se generan buenas oportunidades para operaciones de terceros, tanto contratadas por grandes empresas industriales como por pymes, que necesitarán subcontratar los servicios para el tratamietno y las operaciones subsiguientes».

Es el campo de juego de empresas como Likuid (San Sebastián), experta en el diseño de soluciones de filtración de aguas, y con un importante portfolio de servicios a distintas empresas se ingeniería. O Quilton (Getxo, Legutiano), que diseña, construye y suministra sistemas destinados a plantas de tratamiento de aguas. En todo caso, al ser necesaria la construcción de infraestructuras, se necesitan socios locales para entrar en ese mercado.

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No sucede lo mismo con el tratamiento de limpieza de aires. «En este caso se trata de vender equipamiento, filtros y otra serie de soluciones a empresas productoras de electricidad, siderurgia o material de construcción», dice la responsable de Aclima. Además, subraya el hecho de que en determinadas áreas del país «hay empresas de origen vasco que también se tienen que enfrentar a ese reto del tratamiento del aire. Entonces, una de las posibilidades es la de prestar esos servicios a las empresas vascas implantadas allí».

Una oportunidad para compañías como Depurfilteh (Alonsotegi), fabricante de productos de filtración industrial, o Fivemasa (con planta en Valladolid pero oficinas centrales en Bilbao), dedicada a la fabricación y montaje de instalaciones de control de la contaminación, así como al diseño y fabricación de estos proyectos, en cualquier tipo de industria.

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Tanto Aclima como la Spri confía en que los cambios regulatorios y las políticas aperturistas en el terreno económico del Gobierno chino animen a las empresas vascas a entrar en ese mercado. «Algunas ya nos han dicho que tienen interés en conocer mejor las oportunidades que se les ofrecen allí», dice Apiñaniz. Quizá se acaben por decidir el próximo año, cuando se llevará a cabo una misión comercial con la que «hacer un mejor diagnóstico y un conocimiento más de primera mano del sector».

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