Las EPSV vascas, un caso de éxito

No cabe duda de que las EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntaria) del País Vasco, instrumentos privados que complementan las pensiones públicas en nuestro territorio, están de moda y su modelo es estudiado y citado de manera recurrente como un caso de éxito en el mundo de la previsión social. No en vano, el patrimonio total de este tipo de entidades sumaba a finales del año 2020 más de 27.000 millones de euros, según datos oficiales, superando el 37% del PIB de la Comunidad Autónoma del País Vasco estimado por Eustat.

Buena prueba de su notoriedad es que el ministro José Luis Escrivá se ha fijado en las EPSV en el contexto de la iniciativa gubernamental de crear un fondo de pensiones de empleo en el ámbito estatal, de promoción pública y gestión privada. También expertos como Rafael Doménech (responsable de análisis económico de BBVA Research) y José Antonio Herce (consultor en longevidad y pensiones) se han referido a las EPSV en distintos foros e intervenciones. E incluso el Observatorio de los Sistemas Europeos de la Previsión Social Complementaria ha organizado una sesión monográfica sobre el modelo vasco de previsión social, este mes de junio, dentro de un ciclo de debates sobre esta temática.

Tal y como señalamos en nuestra reciente obra Comentarios a la normativa sobre Entidades de Previsión Social Voluntaria del País Vasco. Análisis jurídico-fiscal (Thomson Reuters Aranzadi, Colección Garrigues, 2021), entre las razones históricas que permiten comprender el importante desarrollo de este tipo de entidades en el País Vasco, destaca la apuesta decidida de la administración pública vasca por el desarrollo de la competencia exclusiva en materia de mutualidades no integradas en la Seguridad Social (asumida en el Estatuto de Autonomía de 1979). Dicha apuesta se materializó el 27 de octubre de 1983 a través de la aprobación, por parte del Parlamento Vasco, de la primera ley sobre EPSV (hoy derogada). Otro elemento sin duda dinamizador fue la existencia de un régimen fiscal propio en los distintos territorios forales, que coadyuvó notablemente al afianzamiento de las EPSV con medidas favorecedoras desde la óptica tributaria. Y, por último, fue decisiva la generalización en la comunidad autónoma vasca de las EPSV como instrumento para la exteriorización de compromisos por pensiones adquiridos por las empresas con sus empleados en el marco de la negociación colectiva, tanto en el ámbito privado, como en el sector público. Un buen ejemplo en el ámbito privado lo constituye Geroa Pentsioak EPSV, que nació en Gipuzkoa en el año 1996 en el Convenio Colectivo del Metal y, a lo largo de los años, se ha ido ampliando a varios sectores más de la economía de Gipuzkoa. En la esfera pública ha de destacarse a Elkarkidetza, EPSV que instrumenta un sistema de previsión social creado en 1986, establecido en el marco de la negociación colectiva del personal empleado por distintas instituciones, organismos y sociedades públicas de la comunidad autónoma.

En cuanto a la utilidad de las EPSV más allá de su más típica y conocida función de complemento de la pensión pública de jubilación, cabe mencionar la relevancia que ha tenido la previsión social complementaria en el País Vasco en escenarios recientes de extrema gravedad, como el de la pandemia. En este sentido la canalización de ahorro y patrimonio a través de las EPSV ha permitido que muchos ciudadanos, trabajadores y familias vascas dispongan (con el apoyo normativo de las instituciones) de un mecanismo adicional de liquidez para hacer frente a las severas consecuencias económicas que hayan podido sufrir. Sin ningún género de duda, las EPSV han servido durante los dos últimos años al propósito inicial que les atribuía su carta legal fundacional en 1983: la protección del colectivo frente a eventos que puedan poner en peligro su vida, recursos o actividad.

Finalmente, uno de los desafíos a los que se enfrenta el sector es la necesidad de desarrollar desde un punto de vista tributario las EPSV preferentes, una modalidad específica de EPSV de empleo caracterizada, entre otros aspectos, por la existencia de aportaciones compartidas de forma obligatoria entre empresa y trabajadores, determinadas mediante negociación colectiva. En este sentido, las autoridades tributarias en el ámbito foral están trabajando para aprobar el marco fiscal necesario que convierta a este tipo de EPSV en otra pieza importante dentro de los sistemas de empleo.