El edificio de Bilbao inmune a la competencia

Inmunidad a la competencia es lo que parece tener el edificio situado en el número 23 de la calle Gran Vía Diego López de Haro de Bilbao, esquina con la calle Astarloa. También es un monumento a la «resiliencia» porque como dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, es «la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido».

El edificio en cuestión -el de la fotografía que acompaña a este texto- fue en su momento la sede de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao, más tarde convertida en BBK por su fusión con la Caja de Ahorros Vizcaína y una de las piezas que dieron lugar al actual Kutxabank. El banco vasco que, precisamente, tiene su sede central justo en la acera de enfrente.

Hace hay algunos años Kutxabank decidió vender el edificio al empresario Isak Andic, dueño de la cadena de moda Mango. Aunque todo apuntaba que era para instalar en él un a gran tienda bajo esta enseña, lo cierto es que decidió explotarlo como una mera inversión inmobiliaria. ¿Quién fue el primer inquilino? Pues otra cadena, una de esas con las que compite Mango allá donde puede: Inditex. La empresa de Amancio Ortega instaló en el edificio una megatienda de Zara. De la competencia a la colaboración, podía ser el lema de aquel momento.

Pero la cosa ha ido a más. Por fin un nuevo inquilino ha llenado la parte de ese edificio que quedaba libre y que Zara no había llegado a ocupar. ¿Quien se ha instalado allí? Pues ni más ni menos que CaixaBank, sin lugar a dudas el principal competidor de Kutxabank en el mercado financiero vasco. La entidad de origen catalán ha instalado allí, en lo que fue el cuartel general de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao, la sede corporativa para el norte de España: País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. ¿Quien dijo miedo a los fantasmas del pasado, que aún pueden quedar dentro de un edificio?