Jorge Murcia
Miércoles, 10 de abril 2024, 00:22
Alquilar un coche, ya sea para disfrutar de unas vacaciones, o por motivos profesionales, es una opción elegida por cada vez más conductores. Puede parecer un trámite sencillo, pero hay que tener en cuenta multitud de aspectos que a menudo pasan inadvertidos. Estos son algunos de los más destacados, según Real Automóvil Club de España (RACE) y el comparador Kelisto.
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Las compañías de alquiler ofrecen una gran variedad de modelos, con diferentes tamaños, carrocerías, potencias y precios. «Antes de empezar a comparar precios conviene que tengas más o menos claro qué tipo de vehículo necesitas», dicen en el RACE.
El siguiente paso es asegurarse del buen estado del vehículo. «No solamente para que a posteriori no te cobren desperfectos que no has ocasionado tú, sino para no poner en peligro tu seguridad», aconsejan en Kelisto. Si se reserva el coche por internet, es aconsejable leer bien las condiciones que indican y descargárselas «para así tener una prueba de lo que has contratado».
El vehículo debe ir acompañado de todo lo exigido para circular: los papeles obligatorios (permiso de circulación, tarjeta de ITV, póliza de seguro, etc.) y los accesorios en caso de emergencia (triángulos de avería y chaleco reflectante).
Todas las empresas alquiladoras piden un depósito como garantía de pago y de la entrega del vehículo en buen estado, que «suele ser proporcional al valor del automóvil y equipamiento adicional alquilado». La cantidad exigida queda al criterio de la compañía, puesto que no hay ninguna normativa al respecto.
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Otro aspecto a tener en cuenta es que, a pesar de que la garantía se puede pagar con tarjeta de débito o, incluso, en metálico, algunas empresas sólo aceptan tarjeta de crédito.
Para evitar problemas, la persona que alquila el vehículo tiene que ser la que lo conduzca. «Si quieres compartir esta tarea con otra persona, deberás pagar una cuota por conductor adicional», explican en Kelisto. Otro aspecto muy importante es que muchas empresas de alquiler no entregan vehículos a conductores muy jóvenes. Lo habitual es que exijan tener al menos 21 años de edad y un año de carnet (en Islas Canarias son 22 y dos años, respectivamente).
Lo habitual es que el seguro incluido en el alquiler del vehículo sea a terceros, o seguro a todo riesgo con franquicia. Eso quiere decir que, si se produce algún daño en el vehículo, como mínimo tendremos que afrontar una parte de los gastos de reparación, si no de todos.
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«Si contratas un seguro con franquicia intenta que no sobrepase los 300 euros, y evita alquilar un coche sólo con seguro a terceros, porque cualquier golpe de chapa o desperfecto tendrás que pagarlo de tu bolsillo», aconsejan en el RACE. «Si tienes la posibilidad y no quieres problemas, la opción más recomendable es la del seguro a todo riesgo sin franquicia», añaden.
Si viajamos con un niño con una altura de 1,35 metros o menor, es obligatorio usar los sistemas de retención infantil homologados. Por eso es importante comprobar que la compañía alquiladora cuente con una silla que se adapte al tamaño del niño. Algunas empresas las ofrecen gratis, pero lo normal es que cobren un coste adicional, que suele estar entre los 5 y 15 euros.
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Hay que comprobar si el contrato de alquiler cubre o no la asistencia en carretera en caso de avería o accidente. Normalmente las empresas lo incluyen en su versión más básica. «Aunque debes leer la letra pequeña, porque en caso de sufrir una avería por negligencia del conductor, posiblemente tengas que hacerte cargo de los gastos de la grúa», advierten en el RACE. Si el coche queda inutilizado, y no es culpa del conductor, la alquiladora debería ofrecer un coche de sustitución para el resto de días contratados.
Las empresas de alquiler tienen establecido un protocolo de actuación ante una avería o accidente. En este segundo caso los empleados de la compañía suelen explicar cómo actuar. «Si no lo hacen, conviene preguntar. En cualquier caso, dicho protocolo puede estar especificado en el contrato», advierten en Kelisto.
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Lo normal es que las alquiladoras entreguen el coche limpio y con el depósito de combustible lleno. Y así habrá que devolverlo. Si el depósito no está al mismo nivel, la empresa facturará lo que falte, «así como un cargo adicional por el servicio de repostado». Respecto al horario de devolución, si se sobrepasa el momento pactado la compañía facturará un día extra.
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