Decisiones aceleradas

El mes de julio ha sido convulso para las denominadas 'utilities' en Bolsa. Y ello por una razón de peso como es que la Comision Nacional de los Mercados y la Competencia( CNMC) ha aprobado una serie de circulares que suponen un recorte importante de los cánones y peajes de los accesos a las redes y de las retribuciones de las actividades reguladas del gas y electricidad. Y aunque de momento son únicamente consultivas han provocado una perdida en Bolsa de una cantidad superior a 5.000 millones de euros de capitalización. Casi nada...

En estos momentos los agentes afectados realizan sus alegaciones con un plazo maximo del día nueve de agosto. Sorprende tanto el método como el plazo. Parece que un tema de tanto calado y que afecta a importantes inversiones del sector, del orden de 30.000 millones de euros en redes eléctricas y gasistas, se dilucide de esta forma. ¿No hubiera sido más razonable realizar las consultas a los implicados como paso previo a la emisión de las circulares? Tal y como, por otra parte, se ha hecho en otras ocasiones. Yo creo que sí.

Las inversiones que se realizan en este tipo de industria requieren de grandes sumas de capital privado con un largo periodo de maduración. Esa financiacion exige como mínimo un marco legal estable y ausencia de incertidumbre para adherirse a los proyectos tanto por la vía de capital ajeno como de propio. Todo lo contrario a lo que está ocurriendo en este caso.

Respecto al plazo, se me antoja que unas medidas que se van a aplicar en el caso del gas para el periodo 2021-2026 deberían de tener un periodo de reflexión y consenso mayor. A su vez también asombran las prisas en el seno de la Comisión. Podríamos pensar que el hecho de que el sesenta por ciento de sus miembros cese a principios de septiembre, entre ellos el presidente y la vicepresidenta, pudiera ser una razón para que el proceso no haya tenido la calma que debiera tener un cambio de modelo de esta envergadura.

Desde el punto de vista del consumidor, el objetivo debe de ser garantizar la capacidad y seguridad del suministro de energía a largo plazo dentro de un diseño coherente de la política energética nacional a un precio razonable. Es decir, es bueno que se abaraten los costes del suministro siempre que no se ponga en riesgo la actualización de las redes por ausencia de inversiones. Estas últimas semanas también hemos oído las voces de la gran industria reclamando y justificando ajustes adicionales en el precio del gas.

La postura del Ministerio de Transición Ecológica expresada esta semana por su máxima responsable, también ha sido desfavorable. En su opinión la CNMC ha asumido competencias del Gobierno. Habra que ver si solo es una forma de influir en este periodo de reflexión o algo más. En cualquier caso, no debemos olvidar que la CNMC debería ser un organismo independiente que conjugue los intereses de todos los agentes afectados.

En definitiva, que peor no se ha podido hacer. Todo alborotado y nadie satisfecho. Mientras tanto, el sector se ha desangrado en Bolsa a la espera de lo que decida la CNMC. La siguiente fase requiere de reflexión y sosiego si queremos un sistema de suministro competitivo, sostenible y con credibilidad exterior.