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Los consejos de la OCU para ahorrar en calefacción este invierno

El aislamiento de puertas y ventanas y el mantenimiento de caldera y radiadores es fundamental para mantener una buena temperatura en casa

Jorge Murcia

Sábado, 7 de diciembre 2024, 00:16

A las puertas del invierno, y con un frente frío que entra con fuerza en España, conviene tener en cuenta una serie de consejos para acondicionar el hogar a las bajas temperaturas y poder ahorrar energía y dinero. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un decálogo con los principales consejos.

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1. Poner a punto los radiadores

Antes de poner en marcha los radiadores por primera vez después de muchos meses, es importante comprobar que funcionan correctamente. «Si cerraste las llave de paso de todos los radiadores o de uno en concreto cuando acabó la temporada pasada, acuérdate de abrirla y haz una prueba para comprobar que el agua circula sin problemas», aconsejan en la OCU. Si no es así, es necesario purgar los radiadores.

2. Comprobar la caldera

Con independencia de que a nuestra caldera le toque o no pasar la inspección, es aconsejable hacer algunas comprobaciones antes de poner a funcionar el sistema de calefacción. En primer lugar, revisar la presión del aparato, y hacerlo cuando esté en fío. Si es inferior a 0,5 bares, lo más probable es que no funcione.

Si la caldera también es utilizada para calentar el agua sanitaria, «cámbiala a Modo Invierno o Calefacción+ACS». Habitualmente estos modos están indicados con símbolos de un radiador para la calefacción y de un grifo para el agua caliente.

Por último, hay que ajustar la temperatura de trabajo de la caldera. Si es de condensación, lo mejor es que esté entre 55 y 60º C. «En el caso de una mixta (calefacción+ACS), la temperatura de salida del agua de los grifos recomendada dependerá de si se trata de un sistema instantáneo (40-50 ˚C) o de una caldera con acumulador incorporado (55-60 ˚C)».

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3. Revisar el termostato

Es el dispositivo que regula el encendido y apagado del sistema de calefacción, por lo que debemos asegurarnos de su correcto funcionamiento. «Para ello, sube la temperatura ambiente y comprueba si la caldera se pone en funcionamiento. Después, baja la temperatura del termostato y comprueba si el sistema se apaga», señalan en la asociación de consumidores. «Recuerda comprobar las pilas si tu termostato es digital».

4. No pasarse con la temperatura

No es necesario andar por casa en mangas de camisa todo el año: es mejor abrigarse más en épocas más frías. Fijar una temperatura constante de 21ºC puede suponer un ahorro de hasta un 20% de energía. «Por la noche ponla un poco más baja: con una temperatura de 16ºC estarías ahorrando un 13% con respecto a mantenerla encendida a 20ºC».

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5. Válvulas termostáticas en los radiadores

Permiten regular la temperatura de los aparatos a nuestro gusto. Funcionan automáticamente, y se componen de dos piezas: un sensor que funciona con un fuelle lleno de gas, y una carcasa. La combinación de estos elementos hace posible restringir el caudal de agua que atraviesa el radiador para ajustar la temperatura de la estancia.

6. Abrir sólo los radiadores que se van a usar

«Cierra tanto los radiadores como las puertas y las ventanas de las habitaciones que no utilizas hasta que necesites usarlas», aconsejan en la OCU.

7. No cubrir los radiadores

Tapar estos aparatos con elementos decorativos o usarlos como tendedero o secadora casera de ropa implica un mayor esfuerzo para ofrecer la temperatura que hemos configurado, con el consiguiente aumento en el consumo de energía.

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8. Poner reflectores en los radiadores

Poner un panel reflectante entre el radiador y la pared «te ayudará a aprovechar y distribuir mejor el calor, recuperando entre un 10% y un 20% del calor que se pierde hacia el muro».

9. La decoración como aislante

Usar alfombras y cortinas de color oscuro para absorber la radiación solar, lo que permite mantener e incluso subir la temperatura de la casa. También ayuda utilizar cortinas dobles: una fina que permita entrar la luz y el calor, y otra más gruesa que no deje pasar el frío nocturno.

Otra forma de aislamiento consiste en cubrir las paredes con cuadros o estanterías, o poner un zócalo para proteger del frío que asciende desde el suelo.

10. Revisar el aislamiento de puertas y ventanas

Puede suponer una inversión cuantiosa, pero poner unas buenas ventanas es muy rentable a largo plazo. Si no es posible, también se puede recurrir a otros trucos. Por ejemplo, taponar la entrada de corrientes de aire instalando pequeños sistemas de plásticos en puertas y ventanas (los burletes). De esta forma se impide la entrada de frío y la salida de calor.

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«Si hay grietas en los muros alrededor de puertas y ventanas, séllalas con masilla resistente al agua por el exterior de la casa», aconsejan también en la OCU.

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