Música económica

'Balada del asalariado': pagar tus pasos, hasta tus sueños

Un año antes de su muerte en el devastador terremoto de 1985, el cantautor mexicano Rockdrigo grabó este tema que reflejaba los apuros de los trabajadores en un país azotado por la inflación

CARLOS BENITO

Sábado, 30 de marzo 2019, 22:24

Ya el bautismo artístico de Rodrigo Eduardo González Guzmán insinuaba el sentido lúdico que impregnaba su obra, a la vez tan crítica con las injusticias sociales: firmaba como Rockdrigo, y con ese nombre lo siguen citando sus compatriotas cuando ya han pasado más de tres ... décadas desde su fallecimiento con solo 34 años. Ese es también el apelativo que aparece en la placa de su estatua en Balderas, la estación de metro de Ciudad de México a la que dedicó una de sus composiciones más exitosas. También el Manifiesto Rupestre en el que definió su poética (y la de sus compañeros de colectivo artístico) dejaba claro su marcado sentido del humor. Lo de 'rupestre', decía, era «un membrete que se cuelgan todos aquellos que no están muy guapos ni tienen voz de tenor ni componen como las grandes cimas de la sabiduría estética o (lo peor) no tienen un equipo electrónico sofisticado lleno de 'sintes' y efectos muy locos».

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Así que, cuando quiso reflejar los apuros de las clases trabajadoras ante la crisis económica que atravesaba México en los 80, Rockdrigo supo combinar la aguda conciencia del problema con un enfoque distendido, de irónico costumbrismo, y el resultado fue 'Balada del asalariado'. La situación se había vuelto realmente asfixiante. En una conferencia de hace seis años, el secretario de Hacienda del país norteamericano, Luis Videgaray, se refirió a los 80 como la «gran fábrica de pobreza». La década había arrancado con la Crisis de la Deuda y ya no logró remontar: en 1982, la inflación rozó el 100%, y ya después de la muerte de Rockdrigo habría de superar (en 1987) el temible listón del 150%. El protagonista de la canción es un empleado que va viendo cómo todas sus ilusiones cotidianas degeneran en aprietos financieros. «Me asomé a la ventana y vi venir al cartero, / me entretuve pensando en una carta de amor, / mas no, no, no, / era la cuenta del 'refri' y del televisor. / Me asomé a la ventana y vi venir a Romero, / me entretuve pensando en que venía a saludar, / mas no, no, no, / eran seis meses de renta que tenía que pagar».

El diablo de la devaluación

Ni siquiera la familia o la religión se libran de esa escasez obsesiva. La llegada a casa de la esposa y los hijos solo sirve para recordar que «la despensa y la escuela se tienen que pagar» y, cuando el narrador acude a la iglesia en busca de un milagro, en lugar de un santo bondadoso se le aparece «el diablo de la devaluación». Un puñado de versos resume la angustia del dinero insuficiente: «Pagar, pagar, pagar, / pagar tus pasos, hasta tus sueños, / pagar tu tiempo y tu respirar, / pagar la vida con alto costo / y una moneda sin libertad. / Suben las cosas, menos mi sueldo, / ¿qué es lo que se espera de este lugar?».

Rockdrigo, originario de Tampico e influido de manera evidente por Bob Dylan, incluyó la balada en 'Hurbanistorias', una casete autoeditada en 1984 que él mismo vendía en los conciertos. Se trata de la única de sus referencias discográficas que no es una recopilación póstuma. En su última entrevista, publicada en 'La Jornada', el cantautor se declaraba «anartista» y defendía «el rock como elemento revolucionario», pero su prometedora carrera quedó truncada cuando se convirtió en una de las víctimas mortales del terremoto de 1985. Adquirió, eso sí, la categoría de mito contracultural, objeto de varios documentales y de exposiciones como la que le dedicó el año pasado la Biblioteca de México. También se le suele recordar por su hija Amanda Lalena, que solo tenía 6 años cuando Rockdrigo murió: actualmente se hace llamar Amandititita y es una popular y deslenguada intérprete de cumbia contemporánea.

En este vídeo, la canción aparece incompleta (puede escucharse entera aquí), pero es un tesoro como documento histórico y sociológico de la época.

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