Un arquitecto desvela las cinco claves para comprar una vivienda de segunda mano sin equivocarte

«Es probable que hayáis oído a alguien decir que actualmente vivimos en la era de la escasez de vivienda, y los que estéis buscando adquirir una propiedad, lo habréis notado». Son palabras del arquitecto Edu Saz. Este madrileño ofrece, a través de su canal de YouTube, consejos sobre inversiones inmobiliarias, reformas, finanzas, emprendimiento y desarrollo personal.

Su último video se centra en las claves para comprar una vivienda de segunda mano «sin caer en un error que te salga demasiado caro». Para muchos, esta opción es la más atractiva, ya que cuenta con precios más accesibles y la posibilidad de remodelar a gusto de cada uno. Sin embargo, junto a estos beneficios, también existen ciertos riesgos a tener en cuenta. Para tratar de evitarlos, este experto tiene en cuenta cinco aspectos fundamentales.

El primero es la estructura del inmueble. En ese sentido, Saz explica que es imprescindible identificar qué tipo de estructura tiene porque «es una de las pocas cosas que no podemos cambiar por completo». Normalmente, las viviendas antiguas presentan estructuras de pilares y vigas o, en algunos casos, muros de carga. «La mejor forma de saber si algo es estructura o no, es tocando con los nudillos para ver si suena hueco o macizo», comenta el arquitecto.

Lo importante si tenemos muros de carga, «es ver dónde nos caen», añade. «Si son perimetrales y simplemente van por fachada o por la pared, que nos divide con otra propiedad, no hay problema. Pero si alguno nos corta longitudinalmente nuestra vivienda, entonces prácticamente no podremos cambiar nada», confiesa.

Otro factor crucial son las bajantes. «Muchas veces al comprar una vivienda de segunda mano queremos sacar un nuevo baño donde antes no lo había o mover la cocina de la parte trasera de la vivienda», revela. En algunas casas, los baños y cocinas están dispuestos de manera que comparten bajantes, lo que dificulta la redistribución de espacios sin realizar una obra importante. «En general siempre vamos a intentar, como opción inicial, no mover mucho los baños de las bajantes, concretamente el inodoro, porque es el que tiene el tubo de salida más grande y para darle pendiente suficiente no debemos alejarnos más de 1,5 metros aproximadamente», señala.

Otro de los aspectos «en los que me fijo mucho y además no se puede cambiar, es la luz natural que recibe la vivienda», cuenta. La única opción de conseguir algo más de luz, es modificar la distribución. «ya que las viviendas antiguas suelen estar bastante más compartimentadas de lo que demandamos actualmente», pero sí que tenemos que fijarnos en «la orientación y el tamaño de los huecos de ventana». Aunque el tema de la orientación es «muy personal», Saz propone «algo tipo este/oeste o noreste/suroeste tampoco me parece mal».

El profesional pone el foco en las salidas de humos para calderas y cocinas. «Podemos usar, por ejemplo, una campana de filtros de carbono que no lleva salida al exterior. Pero yo esta opción no la suelo recomendar. Esto es útil, por ejemplo, en cambios de uso de locales a viviendas», apunta. «Otra cosa en la que hay que fijarse es si tenemos toma de gas o calefacción central, para ver dónde nos caen las montantes de la calefacción», agrega.

Por último, habrá que revisar el estado general del edificio. «Os recomiendo que pidáis las últimas actas de la comunidad antes de firmar arras para ver si se está cociendo alguna derrama importante. Que ya sabéis que si todavía no está firmada esa derrama no tienen por qué avisaros», advierte. Recomienda comprobar si en el edificio se ha realizado la reforma eléctrica, de ser así, los contadores estarán a la entrada del portal. «Pero si los contadores están arriba, en la última planta, o están debajo de la escalera, son antiguos y va a tocar ya hacer la obra», concluye.

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