Los contadores inteligentes permiten el acceso a una gran cantidad de datos de interés para el consumidor. El correo

Cómo ahorrar en la factura de la luz reduciendo la potencia

La información de los contadores inteligentes permiten adaptar el número de kilovatios contratados a las necesidades del consumidor

Viernes, 15 de enero 2021, 23:52

Pase lo que pase de aquí al día 31, enero será el mes con la tarifa eléctrica más cara en mucho tiempo. Así que cualquier consejo es bueno para aliviar el importe del recibo. Una forma de ahorrar consiste en ajustar al máximo la ... potencia eléctrica que tenemos contratada. Es decir, la capacidad para poner a funcionar al mismo tiempo más o menos electrodomésticos o luces. La potencia contratada es un coste fijo, independiente de la energía consumida que se consuma.

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Comprende dos conceptos: la facturación por peaje de acceso, que se obtiene multiplicando el número de kilovatios contratados por el precio del término de potencia -una cifra que el Gobierno revisa cada año y que en los últimos ejercicios no ha variado-, y por los días de facturación. El segundo concepto -que no suele venir desglosado en las facturas del mercado libre- es la facturación por margen de comercializador. Se trata de un importe mucho más reducido y es el resultado de multiplicar los kilovatios de potencia por el coste de comercialización y los días del periodo de facturación.

¿Cuánto se podría ahorrar bajando la potencia contratada? Un hogar que pase de 4,4 kilovatios (kW) a 3,4 ahorrará por ese concepto casi 3,40 euros en su factura mensual. Será un poco más, ya que se reduce la base imponible sobre la que se aplican los impuestos (el de Electricidad y el IVA).

Antes de la generalización de los contadores digitales era casi imposible para un usuario doméstico saber cuánta potencia eléctrica utilizaba. Pero con los nuevos dispositivos de medición todo el mundo puede acceder a esos datos. Las distribuidoras -las dueñas del 'cable' por el que llega la luz hasta el punto de consumo- ya ofrecen esa información en sus páginas web y aplicaciones móviles. En Euskadi se puede hacer a través de la web de i-DE, nombre con el que Iberdrola ha bautizado a su distribuidora.

Cómo acceder a los datos

Para acceder a ella hay que registrarse una primera vez como usuario. El sistema pide el CUP del punto de suministro. Se trata de algo así como el 'DNI' del contador, y aparece en la factura eléctrica, normalmente en la parte superior. También se necesita el DNI personal. Una vez metidos en la web o la aplicación es posible acceder a los datos sobre la potencia eléctrica máxima alcanzada. Es una información muy valiosa que hasta hace poco las compañías eléctricas guardaban para sí. Pero ahora todo el mundo puede conocer el máximo de kilovatios que demanda su hogar para ajustar la potencia contratada.

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Por ejemplo, si un usuario dispone de 4,6 kW pero en los últimos años no nunca ha pasado los 3,8, podrá bajarla hasta 3,9 o 4 kW sin temor a que se dispare el ICP (Interruptor de Control de Potencia). Y al revés: aquellos a los que habitualmente les 'salten los plomos' de la casa, podrán saber hasta qué punto pueden subirla. Además, desde hace ya un tiempo es posible modificar la potencia en tramos de 0,10 kilovatios, en lugar de uno entero, como se hacía tradicionalmente.

Para cambiar la potencia basta con solicitarlo a la compañía comercializadora, que se encargará de transmitir el encargo a las distribuidoras, que son las propietarias de los contadores. El coste de bajar la potencia -en la factura de la luz aparecerá en concepto de 'derechos de enganche'- es de aproximadamente 11 euros, independientemente de cuántos kilovatios se bajen. Esta cantidad se abonará una única vez.

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Sin embargo, subirla es más caro. Los gastos dependen de la compañía distribuidora, pero aproximadamente suponen unos 45 euros por cada kilovatio que se suba. En este caso en la factura posterior al cambio aparecerá bajo el concepto 'derechos de extensión y de acceso'. Hay que tener en cuenta también -y esto sirve tanto para las bajadas como para las subidas-, que algunas compañías podrían poner un límite de un cambio de potencia al año.

El simulador de factura de la CNMC

Además, algunas comercializadoras -las que nos envían la factura- ofrecen la posibilidad de descargar los datos de consumo eléctrico de un determinado número de tiempo. Esa información se puede volcar luego en el simulador de la factura de la luz que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) pone a disposición de los usuarios de la tarifa regulada (el PVPC). Un servicio que permite ver no sólo el importe de la factura del periodo indicado -con todos sus conceptos desglosados- sino también cuánto cambiaría el precio si se cambiara la potencia, o se contrata otra tarifa de acceso (en este caso la de discriminación horaria nocturna, que ofrece precios distintos en dos tramos horarios).

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