¿Está tu jefe en peligro de extinción?

«La mitad de un ejecutivo es su liderazgo y la capacidad de trabajar en equipo. Pero no el liderazgo autocrático que impone en lugar de proponer, ni el profesional que no tiene habilidades comunicativas». La «empatía» es otra de las cualidades al alza, mientras que en este sector cotizan a la baja los «caracteres introvertidos» y «la falta de actitud comercial».

Desconectar en el tiempo libre, aseguran, es la mejor manera de liberar estrés. «Entre las modalidades deportivas recomendadas están aquellas que impliquen un esfuerzo cardiovascular importante, como spinning, running o padel. Si esto se combina con una alimentación completa y dormir una media de siete u ocho horas diarias, los síntomas de estrés muy probablemente serán menores».

Eso del jefe y el subordinado es cosa de otra época. «En ningún caso se recomienda tratar a los empleados como tal o como subordinados, sino como 'colaboradores'». Una «cercanía» que no debe, sin embargo, confundirse con el colegueo. «El ejecutivo deberá tratar a la plantilla de 'usted', siempre con el mayor de los respetos».

Existe todavía «una barrera» con la corbata, pero se está derribando y hoy es una prenda que en los despachos «está ya en desuso». No hay un código de vestimenta definido para los altos directivos, pero sí una tendencia que apuesta por la «informalidad dentro de la formalidad», concretada en el traje 'slim fit' (ajustado) con camisa para ellos. En el caso de las ejecutivas «no hace falta que siempre lleven falda, vestido formal o tacones. Pueden combinar una americana con un pantalón más casual, por ejemplo». «La única 'prenda imprescindible' para el ejecutivo actual es el 'bluetooth' del vehículo», bromean desde Etalentum.

«Absolutamente todo el mundo rinde más y es más eficiente si tiene vida privada y hobbies», así que eso de trabajar veinte horas no solo es una salvajada, también es ineficaz. Hasta aquí, la teoría. Porque la realidad es que el 'ejecutivo perfecto' no tiene horarios ni jornadas de 35 horas. «En eso el mercado laboral sigue prácticamente inmóvil desde hace varias décadas. De manera que el número de horas directas e indirectas que puede dedicar a la organización puede variar desde las diez hasta las catorce».

La idea es hacer equipo, un concepto fundamental en cualquier empresa. Y para trabajar esto y la cohesión del equipo-'teambuilding' en la jerga- existen algunas propuestas divertidas: «paint ball, 'escape rooms' o torneos deportivos colectivos para empresas». En los que participan los altos cargos y los que no lo son.

¿El salario? Pues depende del puesto, pero «hay una tendencia a fijar una parte de la estructura salarial en salario variable, el cual está alrededor del 15% al 25% del sueldo bruto anual fijo de la posición», explican en Etalentum. Dos ejemplos de salarios reales serían los siguientes: un director comercial de una empresa del sector automoción con domicilio en Barcelona y una facturación entre 25 y 30 millones de euros cobraría un sueldo bruto anual de entre 60 y 80.000 euros, más un 20% variable. Además, tendría vehículo de empresa y flexibilidad horaria y organizativa. Mientras que un director de operaciones de una empresa de elaborados cárnicos con facturación entre 10 y 15 millones de euros ganaría entre 55 y 60.000 euros y un 5% o un 10% variable.

«La primera causa de 'burnout' (quemarse) son los objetivos mal planteados, frecuentemente no acordados, demasiado ambiciosos y poco realistas. Esto provoca estrés y ansiedad, causada por un exceso de responsabilidad». Por eso, recomiendan, la comunicación es importante, y también «priorizar los resultados a largo plazo por encima del corto plazo». En palabras muy gráficas, «cuanto antes sepa una empresa qué quiere ser cuando sea mayor, antes tendrá resuelto este problema».

Más que preguntas al uso, una entrevista de trabajo para contratar a altos cargos consiste en dinámicas de grupos. Desde la clásica 'lluvia de ideas' espontánea sobre el tema planteado -«aquí se valora mucho la originalidad»- hasta las 'mesas redondas' donde se pide a un grupo de gente llegar a acuerdos -«se tiene muy cuenta que respeten los turnos de palabra, la escucha y las propuestas con argumentación»- o la dinámica 'In basket', que consiste en plantear una situación cotidiana a la que tendrán que enfrentarse los candidatos y resolverla recurriendo a la experiencia y conocimientos propios, «lo que supone una gran oportunidad para demostrar el bagaje profesional».

«Imprescindible formación universitaria finalizada, muy preferiblemente a nivel de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas)», rezará en cualquier anuncio que busque altos cargos. Además, es «muy valorable» Máster IESE, ESADE, EADA o Ingeniería, aunque la formación, advierten en Etalentum, puede ser «sustituible» por experiencia. ¿Y el inglés? Pues depende de la empresa, aunque en el caso de las multinacionales es requisito obligado «a nivel avanzado».