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Todo el tiempo en sus manos

Todo el tiempo en sus manos

Cuatro personas que se prejubilaron con poco más de 50 años, como sucederá ahora en Telefónica, evocan sus sensaciones de aquel momento

Domingo, 22 de septiembre 2019, 00:01

La mayoría de los trabajadores ven la prejubilación como un objetivo tremendamente deseable, incluso como un sueño que por desgracia se les va a negar. Desvincularse del trabajo a los cincuenta y pocos años, tal como contempla el Programa de Suspensión Individual de Empleo que ... plantea ahora Telefónica, equivale a retomar las riendas de la propia vida en plenitud de facultades y –si nada se tuerce– con mucho tiempo por delante. Pero, en la práctica, ese momento suele dejar un regusto agridulce: por un lado, a menudo tiene que ver con periodos traumáticos en el lugar de trabajo, que acaban socavando la confianza en uno mismo; por otro, algunos no saben bien qué hacer con esa 'sobredosis de ocio' y pueden caer en la apatía o en la depresión. En estas páginas, cuatro personas que se prejubilaron con 52 o 53 años evocan las sensaciones que les suscitó aquel proceso.

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