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Lucía Palacios
Madrid
Jueves, 29 de abril 2021, 09:04
La tercera ola de la covid-19 ha sido letal para el empleo, a lo que además se ha unido en este inicio de año el temporal 'Filomena'. España comenzó 2021, un ejercicio que se esperaba que fuera de recuperación tras el batacazo sufrido en ... 2020, destruyendo 137.500 puestos de trabajo en el primer trimestre, todos de carácter temporal, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados hoy por el INE.
Se rompe así con la tendencia al alza que se había registrado en los dos trimestres anteriores, después de la debacle del primero, y el número de ocupados se reduce hasta los 19,2 millones. Bien es verdad que esta época del año no es habitualmente buena para el mercado laboral ya que, al ser un país eminentemente estacional, sufre los efectos del fin de la campaña de Navidad y la ausencia de turistas. Pero el impacto del coronavirus se ha dejado notar en una economía aún a medio gas y se trata del segundo peor trimestre desde el año 2014.
Sin embargo, y aunque no suele ser normal en esta época, el número de parados sí ha descendido y hay 65.800 desempleados menos en estos tres primeros meses de 2021, un recorte histórico (el mayor en 20 años) pero que se explica en exclusiva por la importante caída de la población activa (203.000 personas menos en edad y disposición de trabajar en este trimestre) y por el similar repunte en el número de inactivos (195.300 más) debido a que las restricciones a la movilidad les impidieron buscar empleo. Supone esto que en el primer trimestre hubo casi 1,1 millones de personas que no pudieron buscar trabajo por culpa de la pandemia pese a estar en condiciones de ello, es decir, que no computan como parados para el INE pero que a efectos prácticos lo son. Sin tenerlos en cuenta, la cifra total de parados se sitúa en los 3,65 millones y la tasa de paro cae hasta el 15,98%, un nivel que se elevaría por encima del 22% si se le suman los inactivos y los que están en ERTE.
Porque la foto del mercado laboral no es completa si no se refleja también el número de personas afectadas por un expediente, que figuran como ocupados pero que están con el empleo suspendido. En este caso, y pese a las fuertes restricciones que ha habido a consecuencia de la tercera ola, hay 80.000 trabajadores menos afectados por un ERE o un ERTE, con lo que la cifra total se sitúa en los 417.900. El descenso se debe principalmente a la reducción casi a la mitad de los afectados por paro parcial, que pasan de 145.300 en el cuarto trimestre de 2020 a 88.600 en el primer trimestre de 2021, mientras que los que están inmersos en procesos de regulación de empleo bajan desde 352.600 hasta 329.300.
Si se añaden aquí otros factores como vacaciones, bajas, etc., el número total de ocupados que no trabajaron en la semana de referencia en el primer trimestre del año sube en 75.600 personas y roza los dos millones. El INE explica que este incremento «se debe, fundamentalmente, a la mayor incidencia de las vacaciones, horario flexible, mal tiempo (Filomena) y enfermedad, que han superado la reducción de 80.000 de las ausencias por ERE/ERTE y paro parcial por razones técnicas o económicas». Por ello, el número total de horas efectivas trabajadas se ha reducido un 1,56% respecto del trimestre anterior, caída que se eleva hasta el 3,47% si se compara con el primer trimestre de 2020.
El balance de un año de pandemia es demoledor: España ha perdido en el último año 474.500 empleos y 133.500 activos, mientras el número de parados se ha incrementado en 341.000 personas y hay casi 420.000 trabajadores afectados por un ERTE.
El impacto de la covid-19 se refleja muy claramente en la evolución anual del empleo y del paro. Así, si la ocupación crecía a finales de 2019 a un ritmo en el entorno al 2%, cayó al 11% en el primer trimestre con la irrupción del virus, se desplomó hasta el 16% en el segundo trimestre y se ha ido recuperando -aunque más lentamente de lo previsto en un principio- y aún registra un descenso del -2,41%. Y lo mismo sucede con el paro, que descendía más de -3,4% a final de 2019, pero comenzó a subir en el segundo trimestre un 4,25%, tocó techo en el cuarto con un alza del 16,5% y se ha reducido hasta el 10,29%.
El Gobierno prevé que la recuperación del empleo se vaya acelerando a lo largo del año y se pueda lograr un crecimiento del PIB del 6,5%. Así lo afirmó en rueda de prensa la secretaria de Estado de Economía, Ana de la Cueva, quien apuntó que en los datos de abril «estamos viendo una cierta recuperación, y a partir de la segunda parte del año es cuando se sustanciará en mayor medida la recuperación».
El impacto de la crisis derivada de la covid-19 ha incrementado los niveles de riesgo de pobreza y vulnerabilidad de la población, que ya eran muy altos al no haberse recuperado del impacto de la anterior crisis de 2008. Así se refleja en el hecho de que, pese a que el paro ha caído en este inicio de 2021, el número de hogares con todos sus miembros en desempleo sigue subiendo: casi 30.000 más en este primer trimestre, con lo que se sitúa en los 1.226.200, su mayor cifra desde el primer trimestre de 2018.
Supone así que el 6,5% de todos los hogares españoles tiene en paro a todos sus miembros, por lo que sus ingresos dependen de las ayudas estatales. Se trata del porcentaje más alto en tres años, después de que la pandemia haya aumentado en los últimos doce meses este colectivo en 152.400 familias, un repunte del 14,2%. Por el contrario, el número de hogares con todos sus miembros ocupados ha disminuido en 277.500 en el último año, pese al ligero aumento en el primer trimestre: superan los 10,4 millones.
De igual manera, la duración de la crisis y las dificultades para encontrar trabajo de las personas despedidas o excluidas del empleo han hecho repuntar de nuevo con fuerza el paro de larga duración, que alcanza ya el 46% de la población desempleada. Hay 1.669.000 personas que llevan más de un año en paro, de las cuales 920.000 incluso superan los dos años sin trabajo.
La población y los hogares que carecen de ingresos laborales (salario, pensión, prestación desempleo) también han aumentado durante la pandemia y rozan los 620.000.
Por otro lado, debido a la tercera ola vuelve a crecer la cifra de teletrabajadores, aunque no llega al nivel que hubo en pleno confinamiento: ya son más de 2,1 millones de ocupados que trabajan desde su domicilio al menos la mitad del tiempo, lo que supone el 11,2% del total.
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