El hostelero bilbaíno y los tres trabajadores que más han cotizado a la Seguridad Social

El caso del tabernero bilbaíno es la muestra de una vida dedicada en cuerpo y alma a la profesión con la que se ha ganado el pan. Cumplió 65 años en junio, pero quiere seguir trabajando y demorar su jubilación por encima de lo establecido. Lo mismo les ocurrió a Juan José Fernández, Francisco Parra y Dolores Agra, los españoles que más años han cotizado hasta la fecha y que han aguantado hasta que el cuerpo se lo ha permitido.

Este madrileño se retiró a los 85 años después de haber trabajado durante 72. Con tan solo 13 años comenzó a trabajar en una pequeña mercería de la capital. Tal y como relató en marzo de 2021 a un programa de Telemadrid, tras una pequeña etapa en el metro como chico de los recados, Juanjo se introdujo de lleno en el mundo de la peletería.

Con 17 años entró como aprendiz en la Peletería Sonsoles, donde aprendió todo acerca del oficio. Más tarde acabó siendo encargado. En 1963, montó su primer taller de peletería junto a su hermano. Abrieron en la calle Preciados la mítica Peletería Siber. Allí desarrolló la mayor parte de tu trayectoria laboral, casi 60 años ofreciendo prendas de piel de la más alta calidad a clientes de todo el mundo, hasta que cerró el negocio en 2018. El paso de los años y la acumulación de jornadas laborales, no le quitó las ganas de acudir cada día a trabajar, una rutina que, según confesó en este canal, echaba de menos.

Dolores Agra, más conocida en A Coruña como Loli, era en 2019 la empresaria como más años cotizados de todo el país, 64 en total. Tenía entonces 78 años y desde los 14 empezó a rendir cuentas con la Seguridad Social. Para febrero de 2020 tenía previsto retirarse tras toda una vida en su popular lencería Marta. Esta autónoma apareció entonces en varios medios de comunicación contando su historia y asegurando que no iba a percibir una pensión de más de mil euros, a pesar sus muchos años de contribución.

«Me indigna. Siempre había querido viajar, pero con la paga que voy a recibir no me da. Aunque mucho peor está quien no le llega ni para comer o para cubrir las primeras necesidades… Eso sí, los políticos trabajan dos años y ya tienen la vida solucionada», comentaba a Cuatro. El negocio lo abrió recién comenzada la década de los ochenta, pero antes ya había estado trabajando en una empresa similar, en la cual le pagaban 150 pesetas. También recuerda cómo en un empleo anterior le pagaban 12 pesetas y en negro. En septiembre de 2016 recibió la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo.

A sus 84 años, Francisco Parra continuaba trabajando pero solo al 15% de la jornada laboral. Pero con la misma vitalidad que siempre. Este gaditano, que nació en 1930, seguía entonces cotizando a la Seguridad Social. Desde los 17 años trabajó en la misma empresa. Empleado de Bodegas Caballero y vecino del Puerto de Santa María, cotizó durante 70 años a la de forma ininterrumpida.

Antes, de los 14 a los 17, trabajó en una confitería de la localidad. Según relató a un diario de Cádiz, entonces se pasaba en el local 12 horas al día y cobraba 5 pesetas. «Era peligroso porque los hornos se encendían con leña, pero te aseguraban», explicaba entonces este gaditano. En las bodegas trabajó desde 1947. Pasó por casi todos los departamentos desde la embotelladora hasta llegar a la oficina, donde terminó trabajando como contable.