El choque entre el campo y el Gobierno rompe un foro para abordar la reforma laboral

En el trasfondo del sainete que ayer se vivió entre las paredes del departamento que dirige Díaz se encuentra la grave situación que viven los agricultores, plasmadas en manifestaciones masivas desde hace tres semanas. La propagación de protestas volvió a tomar ayer calles y carreteras. Las más multitudinarias manifestaciones tuvieron lugar en Valencia, donde miles de personas exigieron «precios justos» para sus productos, bloqueando con sus tractores el centro de la ciudad. Otras protestas tuvieron lugar en Asturias, Cataluña y Andalucía, con el bloqueo de carreteras en la provincia de Córdoba.

Mientras, en los despachos, la ceremonia de la confusión comenzaba el jueves por la noche, cuando las organizaciones de agricultores UPA, COAG y Asaja se 'caían' de la convocatoria de ayer con Yolanda Díaz. Así lo entendieron sus representantes, como una exclusión, aunque desde Trabajo aclararon que en realidad nunca se les había convocado oficialmente. Fue tal el malestar generado entre esas organizaciones que finalmente les han instado a reunirse el próximo martes día 18.

Al encuentro de ayer solo acudieron los sindicatos del campo de Andalucía y Extremadura, con un invitado de última hora: el vicepresidente Iglesias. La exclusión de parte de las organizaciones agrarias «no sentó muy bien» a la patronal, admiten fuentes cercanas a los empresarios. Aunque aclaran que no fue ese el detonante de lo que sucedió ayer.

Mientras Iglesias y Díaz negociaban medidas con los sindicatos agrarios en una sala, en otra cercana hacían lo propio representantes de la CEOE y de Cepyme, así como de CC OO y de UGT, para abordar, en un encuentro la modificación de la reforma laboral aprobada ahora hace justo ocho años por el Gobierno de Mariano Rajoy. En esa reunión también se encontraba el Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quien, apuntan fuentes presentes en la sala, «se ausentó» de la mesa para sentarse en la de los sindicatos agrícolas de Andalucía y Extremadura.

Ante esa circunstancia, los representantes de las organizaciones patronales decidieron dar por suspendido ese encuentro del diálogo social para abordar una de las cuestiones clave y más controvertidas de la recién iniciada legislatura, la reforma laboral. «No se daban las condiciones para continuar hablando», indican esas fuentes. «Ni son formas».

Mientras tanto, la ministra de Trabajo Díaz y el vicepresidente Iglesias acordaban la flexibilización de los requisitos para acceder al PER: serán necesarias 20 peonadas (días de trabajo), y no 35 como hasta ahora, para cobrar el subsidio de 426 euros mensuales durante un semestre. El Ejecutivo considera que se trata de una medida «coyuntural», condicionada por la dificultad de los agricultores para poder recibir estas ayudas debido a la caída de la carga de trabajo por los últimos temporales

El Ministerio de Trabajo también anunció que estudia la introducción de imedidas y de cambios legislativos para reforzar las competencias de la Inspección de Trabajo en el sector agrario. Díaz expuso ejemplos como el de Huelva, en plena campaña de recogida de la fresa.