Tiempos inciertos y de oportunidades

El año 2022 nos ha mostrado que lo complejo se ha instalado definitivamente en la gestión de las empresas. No terminábamos de salir de la mayor pandemia global de la historia, que pasábamos a enfrentarnos con tensiones en las cadenas de suministro, que terminaron por provocar inflaciones en todos los costes de producción. Como colofón, el año 2022 nos esperaba con una guerra, que ha provocado un shock energético en Europa.

Vivimos, en resumen, tiempos inciertos. En el mundo empresarial, donde tendemos a denominar los acontecimientos para darles una explicación, decimos que vivimos en entornos VUCA, o incluso más, entornos BANI. Una nueva manera de concebir el mundo empresarial en el que vivimos caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad (acrónimo VUCA, en inglés), o, aún más, por lo quebradizo, lo ansioso, lo no lineal y lo incomprensible (BANI).

La nueva era nos exige estar actualizados. Surgen nuevas ideas, basadas en el cambio. Y es aquí donde se puede crear una oportunidad, construyendo estructuras más resilientes. Las empresas necesitamos diseñar sistemas sólidos en base a la diversificación, la reinversión y la innovación, haciendo retrospectivas para entender los problemas el pasado y minimizar los riesgos del futuro sobre bases más flexibles, basadas en las personas.

Así que nos mantenemos realistamente optimistas a pesar de la incertidumbre. El mundo del consumo es enorme. Y necesita de una cadena eficiente de envasado en vidrio, el material definitivamente sostenible. El planeta se mueve, imparable. Con estructuras sociales cada vez más desarrolladas, urbanitas. En algún lugar, seguro, emergen clases medias crecientes, consumidores potenciales. La clave es mantenerse preparados, con un negocio diversificado y escalable.