El impacto del Covid-19 es sobrecogedor. El más sincero pésame a quienes hayan perdido a un ser querido y el máximo reconocimiento a los que se han expuesto al coronavirus para cuidar de nosotros y para que al resto de la ciudadanía no nos ... faltara ningún suministro, alimentos ni objetos de primera necesidad.
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Mi puesto como máximo ejecutivo del Grupo Ingeteam, una organización tecnológica que emplea a más de 4.000 personas en 23 países, me ha permitido vivir esta crisis de un modo especial. Desde el primer minuto nos pusimos en marcha para adoptar las mejores prácticas provenientes de otras geografías. Lo hicimos para proteger a nuestra gente, porque en Ingeteam lo primero son las personas. Activamos teletrabajo en oficinas y pausamos la actividad en las plantas en espera de la implantación de las nuevas medidas, adelantándonos incluso a que las autoridades marcaran rumbo. Aprovecho para agradecer a nuestro equipo el esfuerzo realizado. Además, como en España íbamos por delante en los ritmos de contagio, pudimos adelantarnos en ubicaciones como EE UU, Brasil o India.
La empresa privada no suficientemente dinámica está abocada a la quiebra. Quienes actuamos en entornos globales cambiantes observamos qué hacen los que van mejor que nosotros, analizando y aprendiendo del entorno y de nosotros mismos. Desde esta óptica cuesta entender por qué no se optó a nivel mundial por extender las medidas que tan positivos resultados habían dado en algunos países asiáticos: los test PCR, aislamiento de positivos, distanciamiento y profilaxis.
El ingeniero que llevo dentro busca aislar los problemas, no cortando de raíz el árbol en el que se quiere curar cualquiera de sus ramas, sino yendo a la rama concreta que queremos sanar. Siendo indudable que hacía falta parar el ritmo de contagios para evitar el colapso del sistema sanitario, me pregunto si el parón y confinamiento total era lo adecuado. Quizá una parada más selectiva, manteniendo la mayoría de la actividad con profilaxis y distanciamiento, y prohibiendo las aglomeraciones, hubiera sido más adecuada. Algo así no habría atenazado a la sociedad, no habría hecho desplomarse la economía y al mismo tiempo habría contribuido a la generación de inmunidad 'de manada'. Se optó por 'lo uno o lo otro', se optó por salud o todo lo demás. En la realidad socioeconómica global actual es preciso buscar continuamente 'lo uno y lo otro': salud y economía, salud y cultura, salud y servicios, etc. Esto es lo difícil.
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Hemos de buscar la forma de reactivar la educación, el comercio mundial, los servicios, la cultura... sin poner en peligro la salud. Cada uno desde nuestra faceta debemos impulsar la reactivación de la economía y de la sociedad. Es tiempo de ser más ingenioso que nunca para animar, alentar y revertir la situación. En Ingeteam contribuiremos a salir de este problema acompañando a nuestros clientes en sus necesidades para impulsar el cambio de modelo energético, comprometidos con la innovación y con la creación de empleo de calidad desde entornos de trabajo seguros y saludables.
¡Ánimo a todos y a todas! ¡Hoy queda un día menos para ganar la batalla al Covid-19!
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