Fábrica de Talgo en la localidad alavesa de Ribavellosa Avelino Gómez

Talgo autoriza a Sidenor el acceso a sus cuentas y abre el proceso de compra

Es la respuesta a la «manifestación de interés» que el industrial vizcaíno José Antonio Jainaga realizó la semana pasada, que anunció su intención de adquirir parte o todo del capital social de la sociedad ferroviaria

Lunes, 21 de octubre 2024, 08:30

Pistoletazo de salida. Arranca formalmente el proceso para que el presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, pueda hacer una oferta parcial o por la totalidad de las acciones de Talgo. El consejo de administración del fabricante de trenes ha autorizado darle acceso a sus cuentas ... y libros. Es una respuesta a la «manifestación de interés» que el industrial vasco realizó la semana pasada al comunicar su intención de adquirir parte o todo del capital social de Talgo.

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La compañía ha comunidado este lunes, antes de la apertura de los mercados, que su máximo órgano de gobierno, en una reunión mantenida el pasado viernes, ha aceptado iniciar los contactos con el presidente de Sidenor. Supone que Jainaga podrá conocer el estado financiero del fabricante de trenes de origen vasco.

Fuentes de Sidenor, han confirmado a EL CORREO, que se trata de «un paso más» y aseguran que la compañía está centrada en «seguir trabajando con discreción». El acceso a las cuentas es un proceso habitual antes de la formalización de una oferta por la totalidad o parte de una empresa cotizada. Se trata de conocer la situación en que se encuentra para poder realizar una oferta en precio. Que es, precisamente, una de las claves de la operación en estos momentos.

Sidenor cuenta con el respaldo de los Gobiernos central y vasco para esta compra que supone la solución al problema societario de Talgo. El accionista de control de la compañía, el fondo de inversión Trilantic, que controla el 29,9% de las acciones, quiere vender su parte. Las intentó colocar recientemente a Magyar Vagon en una opa del grupo húngaro que ofreció 5 euros por acción -617 millones-, pero que vetó La Moncloa por razones de «seguridad nacional».

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La situación sumió a Talgo en una crisis con un dueño en busca de comprador y una cartera de pedidos de 4.000 millones que urge decisiones industriales para salir del ahogo de producción. Los otros accionistas, la familia Oriol y Juan Abelló -los principales propietarios tras el fondo- buscaban salidas sin éxito hasta la llegada de Jainaga.

El industrial vasco, que relanzó el grupo siderúrgico Sidenor, se ha presentado como el actor que pretende dar de nuevo el peso industrial a Talgo. Su entrada está diseñada para hacerse con el 29,9% de las acciones de Trilantic. Una operación para la que no se descarta una compra de más porcentaje. El caso es que ahora hay que ver el precio que oferta.

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Sanciones de Renfe y líneas de créditos con la banca

Con el 29,9% de las acciones de Trilantic, Sidenor ya tendría la posición de control para ser el único socio industria, como es la condición que ha fijado José Antonio Jainaga para dirigir la operación. Además es también importante que esa adquisición se pueda realizar en las mejores condiciones económicas. Y es que todo lo que se abarate el precio de la operación servirá para ahorrar en las inversiones para desarrollar el plan industrial.

Talgo, con el cambio accionarial, dejaría de tener un socio principal financiero para tenerlo industrial. Eso solo es el principio del reto que debe afrontar. Y es que los 4.000 millones de la cartera de pedidos ahogan a la compañía que según su presidente, Carlos de Palacio, tiene la «prioridad» en aumentar la capacidad de producción. Eso supone un importante plan industrial de inversión que Jainaga, en el caso de hacerse con Talgo, deberá pilotar.

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Mientras tanto, comienza ahora el estudio de la situación de la compañía. Cuenta con líneas de crédito con la banca por casi 300 millones y la amenaza de unas sanciones de Renfe que se acercan a los 170 millones de euros por los retrasos en las entregas de los trenes Avril. Son cuestiones que el equipo de Jainaga deberá analizar antes de ofrecer un precio.

Hasta ahora, Trilantic ha pedido los 5 euros por acción que ofreció Magyar Vagon. La acción cerró la sesión bursátil el viernes a 3,82 euros tras una revalorización la semana pasada de más del 15%. Así empieza una partida que no será fácil y que debe resolver el coste, el diseño de la operación y su ejecución. Diversas fuentes cercanas a los agentes intervinientes señalan que el deseo es cerrarlo a corto plazo, incluso antes de diciembre.

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