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Sergio Llamas
Domingo, 1 de octubre 2023, 00:03
El intenso verano vivido por el turismo ha pasado factura a las familias vascas, que además de afrontar los gastos del descanso estival, en ocasiones sujeto a créditos, también deben hacer frente a otros desafíos como el alza de tipos más alto de las últimas ... dos décadas, o la subida de una inflación ha vuelto a repuntar hasta el 3,5% en septiembre, según el dato adelantado publicado por el INE el pasado jueves. Un porcentaje que se queda pequeño cuando se compara con el alza de la cesta de la compra, que sigue por encima del 10%. La sangría en las economías familiares no cesa. Una coyuntura que les ha hecho ser mucho más exigentes a la hora de decidir dónde y qué comprar. No llega para todo y hay que elegir.
En este contexto, las cadenas de supermercados compiten por atraer compradores con agresivas ofertas y campañas de ahorro que resulten atractivas en este contexto de 'guerra de promociones'. Este término no convence a la directora comercial de Eroski, Beatriz Santos, que tacha el calificativo de «nocivo» para un sector «que se esfuerza por trasladar ahorro a las personas consumidoras». «La sociedad en términos generales está en clave de ahorro, con alta sensibilidad al precio», admite. Por ello, el volumen de productos adquiridos se ha visto reducido y se ha reforzado la vigilancia sobre el gasto «con una compra menor y más controlada».
10,5% ha subido
el precio de la cesta de la compra en el último año. Desde hace 17 meses, ni la rebaja impulsada por el Gobierno en el IVA de los alimentos básicos ha logrado tener efectos claros en los costes.
En el caso de Eroski, cuya cuota de mercado alcanza ahora la cuarta posición según el estudio de Kantar, superando a DIA, la apuesta incluye «cientos de promociones semanales en las categorías más buscadas, miles de descuentos personalizados y programas de ahorro como los de Eroski Club Oro». También la llamada 'cesta que enamora', que se popularizó en marzo tras rebajar el precio de un millar de alimentos. Esta apuesta recoge ahora material escolar y grandes descuentos dos por uno para llenar la nevera. «Estamos haciendo un esfuerzo enorme ajustando los precios para no trasladar al consumidor la totalidad de los incrementos de costes que nosotros también registramos», reivindica Santos, que estima una inversión de cien millones para afrontar estos márgenes.
La apuesta de los supermercados BM, por su parte, recoge una apuesta clara en septiembre y octubre para impulsar el consumo del «producto fresco y la alimentación de calidad». En su caso, cada semana se dictará un ahorro en siete productos de carnicería, charcutería, frutería y pescadería. «El objetivo es facilitar la compra de estos productos frescos, esenciales para una buena alimentación», detalla el director de gestión de tiendas y marketing de la marca, Miguel Ángel Zamorano, quien recuerda que la medida se suma a otras estrategias para atenuar la subida de costes y repercutirlos mínimamente en los precios, mientras «se mantiene la calidad» y «se apuesta por una cesta de la compra saludable». «La magnífica acogida de la iniciativa que pusimos en marcha en verano, con la cesta de frescos a mitad de precio, nos ha motivado a realizar esta nueva campaña, que ayuda al consumo de estos productos y, por tanto, a fomentar una alimentación saludable», reivindica.
Otros gigantes, como Carrefour, mantienen su apuesta por las campañas centradas en las ofertas de dos por uno dirigidas a socios, las segundas unidades a mitad de precio y distintos niveles de porcentajes de descuentos, mientras que Mercadona incide en su propia línea 'SPB' -Siempre Precios Bajos- desarrollada en 1993, con la que defienden su interés en «poder seguir ofreciendo a los clientes productos diferenciales» mediante una estrategia basada en «el consumo consciente y crítico, guiado por criterios sociales y medioambientales, que persiguen como objetivo garantizar un consumo de productos de máxima calidad con el menor impacto posible». En todo caso, la medida de la cadena valenciana introducida este pasado abril, que supuso por primera vez rebajar 500 productos, ha permitido a la marca alcanzar ahora una cuota del mercado de distribución «histórica», según el estudio de Kantar, que le llevan a rozar el 27%.
Aldi basa su apuesta en su modelo como «empresa de descuento» y recoge claves como «la revisión continuada de los precios de venta al público» y la apuesta por fijar el foco «en los productos básicos», al ser los que tienen mayor incidencia en el consumidor. La firma de origen alemán lanza semanalmente entre 30 y 40 ofertas semanales que incluyen carne, pescado, fruta y verdura, además de otras propias vinculadas a las aperturas de nuevos establecimientos durante los primeros tres meses desde su creación.
Otra de sus estrategias es rebajar hasta un 30% el precio de productos próximos a alcanzar su fecha de caducidad. «En 2022 se consiguió evitar el desperdicio de más de 5.994 toneladas de alimentos gracias a esta medida», defienden. Ahora, para los próximos meses, quieren redoblar esfuerzos en descuentos dirigidos a productos frescos de origen nacional (del 40%), carne y marisco de marca propia (25%), y productos de desayuno, ecológicos, de despensa e higiene personal (hasta el 50%).
Por su parte, Lild defendió una apuesta basada en las ofertas semanales y los cupones descuento personalizados. «En un contexto de elevada inflación y aumentos generalizados de costes en el último año, seguimos trabajando para no trasladar de forma íntegra el encarecimiento asociado a nuestras operaciones en el precio final de venta y facilitar así al máximo el ahorro de las familias españolas», destacaron.
En este contexto, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), donde están representadas marcas como la propia Mercadona o ALDI, entre otras de las consultadas, cuentan con un observatorio que analiza la migración hacia productos de menos valor, cambios de marcas y la posibilidad de sustituir su supermercado habitual, algo que suele estar vinculado a los cambios de hábitos que han llevado a abandonar las grandes compras mensuales de carros inmensos, para sustituirlas por otras más frecuentes con cestas de menor tamaño que pueden llegar a animar la visita a locales de distribución distintos a los habituales.
Respecto a las estrategias para captar clientes, uno de los últimos estudios desarrollados por Asedas observa el comportamiento del comercio en el contexto inflacionista. Allí han comprobado que la compra en la tienda física sube ahora siete puntos porcentuales, la mixta baja seis y la puramente 'online' pierde un punto. Los autores del informe destacan, en base a estos datos, la vuelta a la tienda tradicional «como una manera de controlar el gasto de alimentación», pero también para facilitar un entorno en el que poder comparar más y mejor los productos que funcionan. En este ámbito, ponen en valor las llamadas 'tres ces' (Conveniencia, Confianza y Coste), que se reafirman como las palancas de consumo.
En su contexto
Menos ahorradores Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que los precios «disparados» han hecho que sóolo un 17% de los clientes ahorre 300 euros mensuales.
Pedir prestado El último estudio de la OCU, fechado este año, recoge que un 37% de los consumidores acude a sus ahorros para hacer las compras y que un 15% necesita pedir dinero a familiares o grupos de amigos.
Hábitos perjudicados Las encuestas realizadas en la asociación de consumidores destacan que nueve de cada diez personas han necesitado cambiar sus hábitos alimentarios. Para el 68% esta medida supone empeorar su dieta.
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