La subida salarial media pactada en los convenios de Euskadi duplica la tasa de inflación

El responsable del CRL en Euskadi ha destacado que, según los últimos informes bimestrales de los que disponen, el total de los convenios vigentes -donde también aparecen los aprobados en años anteriores- recogen una subida media del 4,01%. Las negociaciones cerradas en el País Vasco cuentan con subidas mayores que los aprobados a nivel nacional. Así, en el dato de los primeros cinco meses de 2023, los convenios en empresas vascas (que benefician a 12.677 trabajadores) alcanzaron de media un incremento del 4,94%, y por sectores (que llegan a 95.646 personas) crecieron un 4,88%. Los acuerdos firmados a nivel de España y que son de aplicación en Euskadi, por su parte, recogieron una subida del 4,29% en empresas (con 3.920 empleados afectados) y un 3,78% (32.514) por sectores.

Arrieta ha realizado un balance del 2022 y ha remarcado que el año «mejoró notablemente las expectativas» existentes al inicio del mismo, incluyendo un descenso del paro medio anual que lo dejó en el 8,5%. «Habría que acudir al primer trimestre del año 2009 para situarlo en valores similares», ha explicado. También ha defendido que esa tendencia sigue evolucionando de manera positiva este año, con la mejora añadida de haber firmado un incremento de la ocupación hasta el récord de 1.002.954 trabajadores afiliados a la Seguridad Social el pasado junio. «Eso evidentemente se tiene que trasladar a las tasas de temporalidad», ha razonado Arrieta, quien ha añadido que «las altas tasas de temporaloidad llegaron a ser y son quizás todavía un problema cuasiestructural de nuestro mercado de trabajo, que no acabamos de corregir, y el 2022 fue un punto de inflexión», y ha confiado en que la tendencia se mantenga. «Todavía no ha tocado techo ese proceso de transformación», ha defendido.

La reciente reforma laboral también ha dejado una mejora en la situación de los contratos indefinidos. En el primer semestre del pasado año los temporales fueron el 77,6%, mientras que en la primera mitad de este 2023 han bajado casi cuatro puntos hasta el 73,7%. El año previo a la pandemia (2019) estos contratos representaban el 91,4%.

«La inflación sigue siendo un invitado incómodo, distorsionador, pero parece que se está corrigiendo», ha añadido Arrieta, quien ha recordado que la subyacente se mantiene en su último dato vasco en el 6,2, «aunque con una ligera tendencia también a disminuir».

En cuanto a la conflictividad laboral, que el año pasado subió tanto en el número de huelgas (hasta las 342), como en participantes (106.998) y jornadas no trabajadas (384.459), los datos del primer trimestre de este 2023 muestran un descenso significativo -en comparación al mismo periodo de 2022- con un 40% menos en las jornadas trabajadas y un 38% en el de participantes. En cambio sí crecieron el número de huelgas, que pasaron de 86 a 103.

En cuanto a las vigencias de los convenios, Arrieta destacó que los decaídos han bajado al 6,3% desde el 9,4% al que estaban el año pasado, y que se mantienen en descenso desde 2019 (entonces con el 18%). Así ha recordado que la reforma laboral de 2021 ha cambiado su realidad. «Hasta entonces, si un convenio no se renovaba a tiempo decaía y era de aplicación el de ámbito superior», ha apuntado. Además hay un 41,8% que mantienen su vigencia prorrogada y un 27% vigentes al comienzo del ejercicio, junto al 24,9% de los renovados este año.

El presidente del CRL vasco ha reflexionado sobre los cambios vividos entre el año pasado y la primera mitad del actual, y ha planteado que la inflación ha actuado como un gran «incentivador». Su presencia también ha obligado a los negociadores a «resolver un sudoku complicado», jugando con el espacio temporal para controlar mejor su efecto a lo largo de los años, así como con la expectativa de que se irá moderando.