Las medidas que aprobó ayer el Consejo de Ministros para revisar lo que ha denominado como «escudo social» supondrán mantener un ahorro para los vascos de 117 millones de euros en el pago de impuestos, principalmente asociados a la alimentación y la energía. Es el ... resultado de un levantamiento suave de las iniciativas puestas en marcha entre 2021 y 2022 para evitar el impacto de la subida de la luz y los precios en general. Aun así, esa retirada progresiva de las bajadas de impuestos supone recortar en un 42% las ayudas fiscales que están en vigor hasta finales de este 2023. Y lo que ahora saldrá del bolsillo de los ciudadanos recalará en Hacienda, lo que provocará el regreso de unos ingresos no previstos a las diputaciones por valor de 162 millones. Y es que, tanto en el cálculo de la recaudación para 2024 del Consejo Vasco de Finanzas, como en los proyectos de presupuestos forales, las diputaciones optaron por un principio de cautela y no contemplaron este repliegue de las ayudas.
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El Ejecutivo central ha buscado un punto intermedio y un regreso escalonado a la normalidad de los tipos impositivos una vez que el coste de la luz es hoy siete veces inferior a los 360 euros a los que se cobraba el MWh antes de la guerra de Ucrania. Eso sí, los precios de la cesta de la compra siguen creciendo un 9%.
Hacerlo de un modo más abrupto, señalan los analistas, hubiera provocado un nuevo repunte del IPC. Además, las instituciones comunitarias habían pedido ya a España que levantara estas medidas para regresar a la senda del control presupuestario. De hecho, el pasado octubre, el Gobierno de Pedro Sánchez ya presentó a la Comisión Europea la supresión de buena parte de estas ayudas en su plan presupuestario.
En lo referido a la energía, el Ejecutivo ha decidido subir el IVA de la luz al 10%, duplicando el tipo de este año, pero lejos todavía del 21% que estaba fijado antes de la guerra. Mientras que en el caso del gas, se acelerará la subida del tipo impositivo en el IVA, pasando del 5% actual al 10% en el primer trimestre del año y normalizándose ya en abril. El IVA de la luz supondrá recuperar unos ingresos en las arcas vascas de 40,7 millones, la mitad de la recaudación con el tipo impositivo del 21%. En cuanto al gas, serán 14,8 millones, más cerca de los 20 que cobraban las haciendas antes de la aplicación del escudo social.
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En el caso del tributo especial sobre la luz, que es de un 5,1%, se recuperará en la segunda mitad del año desde el 0,5% actual pasando por el 2,5% en el primer trimestre hasta llegar al 3,8% en el segundo. Esta vuelta a la normalidad supondrá unos ingresos en Euskadi de 45 millones. En cuanto al impuesto sobre la generación eléctrica, que es de un 7% y se había anulado, su rehabilitación a partir de junio generará 14,8 millones.
La alimentación mantendrá hasta junio la bonificación total del 4% de IVA en productos básicos como la leche, el pan o los huevos y la reducción del 10% al 5% para el aceite y la pasta. La normalización de estos tipos en junio supondrán 46,4 millones para las arcas forales.
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Sánchez confirmó ayer también el mantenimiento de los impuestos a energéticas y banca. A la espera de cómo se regule el acuerdo con el PNV para deducir las inversiones en energías sostenibles, estos tributos generaron unos ingresos para Euskadi en 2023 de 187 millones de euros. Además, el Gobierno vasco ha contabilizado en sus Cuentas para el año que viene 119 millones a cargo de estos impuestos.
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