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Saioa Arrizabalaga y Javier Gutiérrez, los promotores de la 'startup' Brave Corporation, participante en B-Venture. PABLO LORENZANA
Sonríe al algoritmo
B-Venture

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Brave Corporation permite a las empresas de mercados regulados comprobar la mayoría de edad de sus usuarios a través de un 'selfie'

iratxe Bernal

Jueves, 30 de septiembre 2021, 01:54

Hay empresas que no pueden aceptar a cualquier cliente. Tienen que andarse con mucho ojo porque productos y servicios como el alcohol, el tabaco, las apuestas, el 'trading' o la pornografía no deberían estar al alcance de los menores de edad. Obviar ese control supone infringir la ley, pero cumplirlo a rajatabla tampoco es fácil y, por mucho empeño que se ponga, es inevitable que se cuele algún menor. De modo que hay compañías que quieren ser precavidas pero temen aburrir en el proceso de verificación a los usuarios que sí pueden acceder a sus servicios, un dilema del que ahora les puede liberar un simple 'selfie' y la tecnología de análisis facial de la 'startup' Brave Corporation, una de las que este año participan en la sexta edición de B-Venture.

Ojo a la diferencia. Hablamos de análisis y no de reconocimiento facial, porque su software no está creado para almacenar ni comparar las imágenes que han de hacerse los usuarios; su única misión es determinar si la persona de la foto ha cumplido o no los 18. «No nos interesa saber quién es. Sólo si es adulto y, por tanto, puede tener acceso inmediato a la web de la empresa que emplea nuestra herramienta», matiza Javier Gutiérrez, promotor junto a Saioa Arrizabalaga de la empresa.

Sistema de desbloqueo

Es decir, que frente a los farragosos procesos de comprobación a partir del envío de información más o menos crítica que, además, a veces espanta al posible usuario, aquí lo único que se le pide es que pose y se haga una foto con el móvil una vez dentro de la plataforma de la 'startup'. «Al intentar entrar la web de la empresa, esta te mostrará un código QR que deberás escanear o te remitirá directamente a nuestra app, desde donde te pediremos que te hagas esa foto. Es igual que cuando el banco te pide una clave para entrar en tu cuenta corriente, es un proceso instantáneo que permite desbloquear contenidos. El sistema tiene una red neuronal que detecta si alguien coloca una fotografía delante de la cámara y además exigimos que el usuario haga una serie de acciones mientras captamos la imagen, como pestañear, abrir la boca o mover la cabeza, de modo que si un menor quiere mentir tiene que contar con la colaboración consciente de un adulto que se deje hacer esa foto», explican.

El sistema es capaz de determinar si se supera la mayoría de edad en el 96% de los casos

Fiabilidad

«Aunque existe un margen de error en el caso de personas que están a punto de alcanzar la mayoría de edad o la hayan alcanzado hace poco, hoy en día los algoritmos tienen mucha precisión y en el 96% de los casos son capaces de determinar si eres o no mayor. En el 4% restante pasamos a una opción 'B', que es solicitar una copia del DNI (una instantánea hecha con el móvil) para comparar la foto del titular con el 'selfie' y ver la fecha de nacimiento que figura, pero tampoco almacenamos esa información una vez concluida la verificación», subrayan.

Una vez desarrollada una herramienta que permite al usuario acceder a la web sin ofrecer ningún dato personal, la firma decidió dar un paso más y llevar la privacidad también a las posibles transacciones que queramos realizar en ella. Y sin añadir más pasos. «En algunas de estas webs el acceso sólo es posible previo pago. De modo que, pese a haber simplificado la parte de la verificación de la edad, el cliente aún tendría que pasar por una pasarela de pagos para entrar. Y creemos que puede evitarse. Pensamos que si eres adulto deberías poder verificarte y pagar un producto o servicio con un simple gesto, como si desbloquearas el móvil, y que eso también lo podíamos facilitar nosotros», explica Gutiérrez. Lograr en ese segundo paso inmediatez y anonimato sólo es posible si el usuario dispone de un monedero digital, un soporte que permite el almacenamiento y transferencia de monedas virtuales mediante la custodia de sus claves, por lo que para completar el proceso, la 'startup' incluso se ha animado a lanzar hace dos meses su propia criptomoneda; el Brave Token.

Criptomoneda propia

«Creemos que en el futuro utilizaremos diferentes tipos de monedas y criptomonedas según lo que queramos hacer con ellas y la nuestra está expresamente creada para acceder a los servicios de mercados con regulación por edad. Es decir, garantiza tanto la seguridad de las operaciones como que quien está detrás es un usuario que tiene la edad que dice tener», subrayan. En su caso es la propia aplicación la que genera ese monedero que se puede cargar con dinero real a través de una transferencia bancaria. Es también la app la que hace la conversión, que es inmediata para evitar que la fluctuación del valor de la criptomoneda afecte al usuario.

El usuario debe realizar ciertos gestos a petición de la app mientras esta capta la imagen

Evitar la imagen de terceros

La empresa ya está en conversaciones con varias tabacaleras y proveedores de contenidos digitales internacionales, especialmente de Rusia y Oriente Medio. Para acelerar su crecimiento ha abierto una ronda de financiación con la que quiere captar entre uno y cinco millones de euros y participa los próximos 19 y 20 de octubre en B-Venture, el foro de 'startups' organizado por EL CORREO con el patrocinio del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, y la colaboración del Puerto de Bilbao, BStartup de Banco Sabadell, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank y la Universidad de Deusto.

Una criptomoneda sólo apta para mayores

En Brave Corporation tienen tal fe en las criptomonedas que los doce miembros del equipo cobran su nómina en ellas. Y por ahí va una parte de la estrategia de crecimiento de la compañía, que quiere entrar en al menos dos de las principales plataformas de compraventa de estos activos. Algo que les daría mucha proyección, pero que les costará cerca de dos millones de euros. «Creemos que en el futuro utilizaremos diferentes tipos de monedas y criptomonedas según la función que pidamos a cada una de ella. La nuestra, que en sólo dos meses ya hemos sumado 20.000 usuarios en todo el mundo, hace mejor que nadie el trabajo de realizar un pago cualificado con verificación de edad», subrayan sus promotores.

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