¿Qué inventan los vascos? Las solicitudes de patentes se disparan un 25% en Euskadi

Las solicitudes de patentes que más crecieron en Euskadi durante el 2024 se produjeron en el campo de la maquinaria-herramienta, que pasaron del noveno al quinto puesto, y en la ingeniería civil, que escalaron desde el octavo al tercer lugar. «Mientras tanto, el número de solicitudes de patentes en transporte disminuyó un 21%, explicando el cambio del primer al segundo lugar en el ranking», detalla a EL CORREO el director de comunicación de la EPO, Luis Berenguer.

Los datos, que se pueden consultar en la web EPO.org y en la aplicación de su centro de estadísticas donde figura su evolución desde el 2015, destacan también que España es el país donde más han crecido las peticiones en toda Europa durante la última década. En estos diez años se han disparado un 44%. Sólo en el último ejercicio las empresas e inventores españoles contabilizaron un total de 2.192 solicitudes, un 3% más que en el ejercicio previo.

Euskadi ocupa el tercer lugar en el listado de peticiones, tras Cataluña y Madrid. Gipuzkoa se sitúa en cabeza, con 163 -Donostia es la tercera ciudad, tras Madrid y Barcelona, con 81 solicitudes-, mientras que en Bizkaia se produjeron 130 y en Álava 33. Destaca especialmente la fundación Tecnalia, con sede en Derio, que además de ser el mayor solicitante de patentes en la región, ocupa el tercer lugar en toda España. En la EPO pusieron igualmente en valor los campos de tecnología médica y farmacéutica, cada uno de los cuáles representan un 4% de todas las peticiones vascas (el 8% en total).

Seis de cada diez solicitudes de patentes europeas concluyen en una patente concedida. «El resto terminan retirándose o son rechazadas por no merecer la protección que se otorga mediante una patente», destaca Berenguer, quien recuerda que una vez validadas, su protección se prolonga hasta un máximo de 20 años. El proceso para obtener estas garantías requiere un plazo aproximado de tres años en los que se realiza un examen de formalidades, la preparación del informe de búsquedas y la opinión preliminar sobre si la invención reclamada y la solicitud cumple con los requisitos que recoge el Convenio de la Patente Europea. En una segunda fase se realiza un examen para determinar si la solicitud se refiere a un invento nuevo a nivel mundial susceptible para su aplicación industrial.

«El ecosistema de patentes fomenta el intercambio de conocimientos y facilita el desarrollo de la ciencia y las tecnologías. Nuestra base de datos pública de patentes, Espacent, contiene más de 150 millones de documentos de más de 100 países», detalla el director de comunicación de la EPO. Se trata de una información gratuita que puede usarse como trampolín para nuevas invenciones. «Y no solo contiene las patentes concedidas, sino todas las solicitudes. En otras palabras, da a acceso a cada desarrollo técnico-científico que se haya tratado de patentar», resume.

España lidera la tasa de mujeres inventoras de Europa. Un 42% de las solicitudes incluyen al menos a una mujer entre las personas que han desarrollado la innovación, frente al 25% de media europea. Los investigadores cuyos inventos se han protegido como patentes tienen más facilidades a la hora de generar ingresos por licencias y para garantizar una cuota de mercado. «Un reciente estudio de la EPO y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) confirmó que las empresas que poseen derechos de propiedad industrial generan mayores ingresos por empleado, crean más empleo y pagan salarios más altos que sus contrapartes sin una cartera de propiedad industrial», añade Berenguer.