Sentando las bases del futuro

Los dos últimos años han sido especialmente complejos. La irrupción de la Covid-19 ha producido efectos devastadores a todos los niveles. Nuestro negocio se ha visto extremadamente afectado. A la paralización global de las inversiones se ha sumado la aceleración de un movimiento global a favor de la descarbonización e impulso decidido de las energías limpias.

Tubacex está preparada para este reto. Una empresa nacida en el País Vasco y que hoy cuenta con 20 plantas productivas en todo el mundo y presencia en casi 40 países, que afronta el futuro con la confianza de estar dando los pasos adecuados. Con una clara aproximación a nuestros clientes clave con productos más complejos, pasando del volumen al valor añadido; y con la vocación de convertirnos en un agente clave en este proceso de transición energética.

Para llegar a este punto hemos atravesado momentos difíciles que han exigido tomar decisiones complejas. Nos hemos enfrentado a un proceso de reestructuración en todo el Grupo que, en las plantas alavesas, ha derivado en un largo conflicto laboral. Y lo hemos hecho con compromiso y responsabilidad, conscientes de la necesidad de ajustar al Grupo a la nueva realidad de mercado, dotándole de la competitividad necesaria para aprovechar las oportunidades que se presenten.

Sabemos que nuestro liderazgo en el desarrollo de materiales de alta resistencia a la temperatura, corrosión y presión nos hace afrontar el futuro con optimismo. Porque independientemente de su origen, todos los procesos de generación, transporte o almacenaje de energía requieren de nuestros productos.

Contamos con el capital humano, compromiso accionarial y solidez financiera necesarios para hacer posible este proyecto compartido.

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