«La sanidad vasca tiene que apoyar más el desarrollo de la industria del sector»

- ¿Qué nivel tiene hoy este sector en Euskadi?

- En estos momentos el sector de biociencias, de biosalud, de generación de productos industriales, todavía es pequeño en Euskadi. Hay unas 150 empresas, en su mayoría pymes, que representan el 1,9% del PIB industrial. Pero también tenemos algunas compañías mayores y de larga tradición, como la farmacéutica Faes Farma, o empresas más jóvenes pero de fuerte crecimiento como Viralgen. Aunque en general somos pequeños, creo que tenemos una oportunidad de crecer e internacionalizarnos en un sector que está en una clara tendencia mundial de crecimiento, de un 3% o 4% anual. Y en países como China o India, están con alzas de dos dígitos. Tenemos a nuestro favor varias universidades, un alto nivel de formación en biociencias y en ingenierías, una potente red de parques tecnológicos y de centros tecnológicos, etc. Tenemos una fortaleza en el conocimiento y en la capacidad de transformación de materiales suficiente como para colocarnos en este sector.

- ¿Qué es lo que necesita para despuntar en los próximos años?

- El reto está en conseguir la colaboración público-privada que necesitamos, que las empresas industriales vascas tengan presencia también en la actividad sanitaria, para las pruebas piloto, los procesos de validación, para desarrollo del producto... Este es un sector en el que las especificaciones técnicas son cada vez más estrictas.

- ¿Sienten que faltan apoyos?

- No estoy diciendo que no tengamos colaboración público-privada, se hacen muchas cosas. Ahora hay una mayor sensibilidad, tenemos el apoyo del Departamento de Sanidad y del Departamento de Desarrollo Económico. ¿Pero es suficiente? Creo que para mejorar hace falta tener humildad e identificar las áreas de mejora. Como cluster el sentimiento es ese, las empresas creen que se puede hacer más

- ¿Algún ejemplo de esas áreas en las que han de mejorar?

- Es necesaria una cierta 'protección' entrecomillada de nuestras empresas, sobre todo en las primeras fases de desarrollo de los productos. Digo entrecomillada porque hay que respetar los aspectos legales, de concursos públicos. Pero se echa un poco en falta que se disponga de una compra pública de innovación que permita un poco un juego más en proximidad. Mejorar esta colaboración es el reto de los próximos cinco años, porque lo siguiente es la internacionalización.

- Para vender fuera hace falta también una dimensión empresarial que ahora no abunda.

- Para vender fuera lo que es imprescindible es generar productos innovadores y adecuados, pero también poder mostrar lo que se está haciendo. Y ahí volvemos a que es muy difícil vender en el resto del mundo si no tienes aquí cierta presencia. Lo primero que te van a preguntar en otros países es si vendes en casa. La presencia local nos tiene que servir como escaparate para vender, tal y como hacen en otros países.

- Vemos que cuando despunta alguna joven empresa vasca de este sector la compran las grandes, véase Grifols con Progenika o Bayer con Viralgen.

- Yo lo veo muy positivo. Para crecer y posicionarse en el mercado hay dos caminos: uno es el de la empresa pequeña, que tiene un producto innovador y muy competitivo que tratar de llegar a los grandes mercados por su cuenta, pero esto es muy dificil. Internacionalizarse por tu cuenta es muy complicado y este es un sector en el que hay que internacionalizarse. Otra forma es hacerlo a través de grandes firmas que ya tienen presencia en los grandes mercados y llegan al cliente final. Es entrar en una cadena. Luego están las grandes multinacionales, que cuando ven algo que les interesa de verdad lo adquieren, y esto implica que lo introducen directamente en la cadena de valor internacional. Grifols con Progenika y con Kiro Robotics, o Bayer con Viralgen no han deslocalizado ni la investigación ni la producción local; al contrario, la han potenciado. Lo que es evidente es que hay que ser competitivos y llegar al mercado.