La salida de Renault de Rusia dificulta la continuidad de las vascas Gestamp y CIE

El propio presidente de Gestamp, Francisco Riberas, ya dijo la semana pasada que una de las claves para ver cómo evoluciona su situación en Rusia era conocer qué hacen los fabricantes. Al tiempo que subrayaba que lo importante es trasladar el «compromiso» de Gestamp con sus clientes y mostraba su «esperanza» en que la guerra, «con desastrosas consecuencias humanitarias», termine cuanto antes.

Pues bien, las decisiones de los fabricantes empiezan a llegar. La constructora de vehículos francesa anunció el pasado lunes que se desprende de sus activos en el país y que vende su participación mayoritaria (67,69%) en AvtoVAZ, donde se elaboran vehículos de la firma rusa Lada pero también de Renault y de Nissan. Gracias a AvtoVAZ, Rusia fue el año pasado el segundo mercado para Renault, tras Europa, con cerca de medio de coches vendidos.

Según ha podido saber EL CORREO, el gigante de la automoción francés comunicó ayer a sus proveedores la decisión y sus primeras implicaciones. Fuentes de Gestamp y de CIE Automotive coincidieron en declaraciones a este periódico que todavía es «pronto» para adelantar decisiones y que se encuentran analizando todos los pormenores para ver con qué alternativas cuentan: si siguen el ejemplo de Renault, que al salir de Rusia ha incorporado una cláusula que le permitiría recomprar su participación en AvtoVAZ en seis años; o bien toman otras medidas.

Gestamp cuenta con cuatro fábricas en Rusia y, si bien su carga de trabajo se centra más en Volkswagen, también Renault contribuye a su volumen de negocio neto, que asciende a 107 millones de euros. En estos momentos, una cantidad que no deja de ser una parte residual de los 8.093 millones del negocio total. Gestamp tiene un inmovilizado en Rusia por valor de 54 millones y una plantilla de 459 personas, que están en sus domicilios percibiendo la mayor parte de la retribución.

La semana pasada, al presentar resultados, la compañía señaló que mantiene sus previsiones para este 2022 a pesar de las dificultades. Pasa por lograr un ebitda (beneficios antes de impuestos y gastos de financiación) de entre el 12,5% y el 13% sobre las ventas, lo que vendría a aumentar esa referencia entre 130 y 150 millones sobre el pasado año gracias al buen comportamiento en mercados como el asiático o Estados Unidos. Otro vector de crecimiento es el del coche eléctrico. Gestamp esquivó la caída de fabricación internacional de vehículos en el primer trimestre del año y elevó sus ventas un 7%, hasta los 2.256 millones, aunque acusó el aumento de precios y sus beneficios cayeron un 11%.

CIE Automotive tiene una presencia menor en Rusia, una sola planta y un volumen de negocio de 9 millones de euros sobre un global de 3.200 millones del pasado año. Aunque su dependencia de Renault es mayor. Junto a la fábrica de Lada en Togliatti, la compañía presidida por Antón Pradera cuenta con unas instalaciones de 11.000 metros cuadrados y 65 empleados que han trabajado de forma intermitente. La inversión superó los 11 millones cuando se puso en marcha hace siete años para fabricar piezas de aluminio. CIE Automotive obtuvo unos resultados récord en el primer trimestre de este 2022, con unos beneficios de 82 millones, un 5% más que el pasado año.