Ha estado 20 años oculto, guardado en los sótanos de la sede central de Kutxabank, entonces BBK, que fue quien puso los 3 millones de euros que costó financiar el proyecto. Hoy, Acicae, la agrupación de empresas del sector del automóvil del País ... Vasco, ha sacado a la luz el 'Carmen', o el 'proyecto Aurora', porque ha tenido varios nombres. Es el coche que diseñó en 1997 el ingeniero vasco José Ignacio López Arriortua y que iba a servir como embrión para construir una fábrica de automóviles en la localidad vizcaína de Amorebieta. El turismo forma parte de una interesante exposición que Acicae inaugura hoy, con la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu, en el AIC de Boroa. La exposición recoge 10 prototipos de coches y 9 motocicletas que se han fabricado en el País Vasco o cuya historia está directamente ligada a la industria automovilística vasca.
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Curiosidades del destino, el coche ha salido por primera vez a la luz en el mismo terreno en el que debería haberse construido, ya que la Diputación de Bizkaia adquirió un millón de metros cuadrados en Boroa precisamente para edificar la fábrica de automóviles impulsada por 'Superlópez'. El ingeniero bautizó el primer modelo que debería lanzarse al mercado como 'Carmen', porque siempre ha sido muy dado a los juegos de palabras.
Carmen es la patrona de Amorebieta, el lugar en el que él nació y también donde iba a construirse el utilitario. El término está formado por las palabras 'Car', coche en inglés, y 'Men', que significa 'hombres' en esa lengua. 'Superlópez' quería recurrir a ese juego de palabras como había hecho decenas de años atrás una firma germana al bautizarse como Volkswagen': la suma de las palabras 'gente' y coche en alemán.
El prototipo del 'proyecto Aurora' que ahora se puede conocer, tocar e incluso admirar, resulta sorprendente analizado desde la perspectiva de los 20 años que han pasado desde su creación. Y ello porque ya incluía algunos elementos que ahora la industria del automóvil está introduciendo como revolucionarios: la ausencia de manillas de apertura, para abrirlo sólo con el mando a distancia; el salpicadero central digital que hoy Tesla ha convertido casi en un icono del automóvil del futuro, o la supresión de los espejos retrovisores, que eran sustituidos por cámaras de video. Bajo la dirección personal de López Arriortua, el prototipo fue diseñado por la ingeniería norteamericana MSX y el motor por la firma germana FEW Motoren Technik. El dinero lo aportó fundamentalmente BBK, como crédito que nunca recuperó, y la firma que aglutinaba todo el proyecto era la empresa Instituto Sectorial de Promoción y Gestión de Empresa, hoy CIE Automotive.
Una compañía que entonces tenía como socios al propio López Arriortua, las familias Riveras (Gestamp), Matutes, a Juan Abelló o Pedro Ballvé, entre otros.
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Este fue el tercer intento -fallido como los dos anteriores- de crear una empresa de automóviles en el País Vasco a mediados de la década de los años 90, que se llamaría LOAR -otro juego de palabras con las iniciales de López y Arriortua- y que tuvo más impulso político que empresarial, lo que probablemente condicionó el resultado. Antes, López Arriortua lo había intentado desde su puesto de vicepresidente de General Motors pero la compañía definitivamente decidió ubicar la planta proyectada en Polonia. El ingeniero vasco reconoció que ese fue el motivo que le impulso a abandonar la firma norteamericana para fichar por la alemana Volkswagen e intentarlo de nuevo desde esta empresa. Tampoco fue posible, no sólo porque buena parte del equipo directivo de la empresa germana consideraba que no era el momento para construir otra fábrica en Europa, sino también porque la fuga de 'Superlópez&' de General Motors acabó en escándalo. La compañía le acusó de haberse ido con documentos secretos a la competencia y durante dos años le persiguió en los tribunales -un juez norteamericano llegó a pedir su extradición- hasta que un pacto entre General Motors y Volkswagen acabó con el contencioso. Los alemanes se comprometían a comprar componentes a los americanos por un importe de 1.000 millones de euros y López Arriortua era obligado a abandonar Volkswagen.
En ese contexto, a la búsqueda de una tercera vía para construir una planta de ensamblaje de automóviles en Amorebieta, en un empeño personal de López Arriortua y con el apoyo total del entonces presidente del PNV, Xabier Arzalluz, nació la idea de desarrollar el 'Carmen' que hoy se expone por primera vez al público. Pero el 8 de enero de 1998, 'Superlópez' tuvo un desgraciado accidente de automóvil en Burgos, cuando volvía con su chófer de un viaje a Madrid y su vehículo se empotró contra un camión.
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Como consecuencia de aquel accidente, el ingeniero sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico, que le mantuvo en coma durante algunas semanas y que le dejó secuelas importantes. El accidente forzó su retiro de la vida profesional y el 'Carmen' acabó en el sótano de Kutxabank. En el tintero, en los bocetos que ya había preparado, se quedaron también los siguientes modelos que debían haber salido de la fábrica de Amorebieta: se llamaban Pilar, Lourdes y Begoña.
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