El reto de incorporar la diversidad por «convencimiento, no por obligación»

Aunque «todavía queda mucho camino por recorrer», la diversidad va calando poco a poco en la cultura empresarial. Pero el reto no es acelerar ese proceso, sino integrarlo «por convencimiento, no por obligación». Se trata de un valor «tangible» que aporta numerosas ventajas competitivas a las compañías.

De cómo asimilar la cultura de la diversidad y convertirla en un compromiso con la sostenibilidad económica y social se habló en la primera de las dos mesas de debate de la jornada.

Gonzalo Salcedo, secretario general adjunto de Cebek, observa «diferentes velocidades» en las empresas. Algunas «creen que sólo con el cumplimiento legal hacen una labor increíble y son punteras». En otro nivel se sitúan las que promueven la diversidad «porque lo exigen los clientes, o la administración pública, que a veces también lo es». Luego estarían las firmas más grandes «que casi siempre son las mismas», y que tienen interiorizada la diversidad como una fortaleza.

Salcedo admite la falta de información y estadísticas reales para reflejar fielmente los indicadores de diversidad. Pese a ello, es posible concluir que «hay mucho que mejorar» para aplicarla a los órganos de gobierno, los ámbitos directivos, «o la participación de la mujer en áreas STEAM». También hay «brotes verdes» como el emprendimiento femenino, que ha crecido un 50% en los últimos años.

Sonia Garai, directora de Recursos Humanos en Arteche, presume de que esta empresa familiar vizcaína, presente en más de 150 países, «tiene integradas las diferencias (geográficas, culturales, de género, de edad, etc.) como un valor» y es «clave de su éxito». Y pone como ejemplo el comité de dirección de la firma, en el que figuran un mexicano, un brasileño y un holandés».

Anna Maria Hurtado es directora de marketing de Vivofácil, empresa que presta servicios de cuidado a personas, y también vicepresidenta de la Fundación Diversidad, encargada de promover en España la Carta de la Diversidad de la Comisión Europea.

Para desgranar las ventajas de una empresa diversa, cita una frase de la periodista Rosa María Calaf: «De lo diferente se aprende todo; de lo igual, nada». Cree que la diversidad estimula «la innovación», y pone como ejemplo las políticas de inclusión e igualdad en Vivofácil. «Gran parte de nuestra plantilla tiene discapacidad. A ellos se les ocurre mejor qué necesidades tienen estas personas. Muchos servicios que damos surgen de propuestas de los trabajadores», desvela. Además, la apuesta por la diversidad «mejora el clima laboral y el compromiso con la empresa, y disminuye el absentismo». En definitiva, es un valor «tangible» con «ventajas competitivas».

A modo de resumen, Gonzalo Salcedo apostó por «hacer natural lo que aún no lo es», y Sonia Garai animó a las empresas «a establecer métricas para evitar el maquillaje en la diversidad (el 'diversity washing'), y a ser ambiciosos. Exigirse un poco más».

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