«Si no se renueva el convenio el salario queda congelado; por eso es vital pactar»

- El viernes se selló por fin el acuerdo del Metal de Bizkaia, respaldado por CC OO, LAB y UGT y rechazado por ELA. Ha costado once días de huelga y mucho más tiempo que en el resto de territorios de España. ¿Un reflejo de lo difícil que es llegar a acuerdos aquí?

- Es evidente que estamos en un escenario muy complejo por la alta inflación y la incertidumbre. Se requiere un esfuerzo importante para negociar y buscar fórmulas intermedias que permitan conciliar las posiciones de ambas partes.

- ¿Pero es más complejo pactar en Euskadi?

- Es difícil contestar porque faltan datos del resto de comunidades autónomas. No creo que los acuerdos sean más difíciles que en conjunto del Estado, pero el contexto es más complejo y hay mayor conflictividad asociada a los procesos de negociación.

- En el Metal de Bizkaia se ha aceptado un aumento salarial para los cuatro años de duración -15% de 2022 a 2025-, que se ajustará con el IPC real al final del periodo. ¿Esa es la fórmula que más se ha empleado para lidiar la inflación?

- Sí. Esa ha sido la solución más utilizada. Como decía, este año ha habido que negociar en un contexto de inflación alta, lo que hacía más difícil llegar a acuerdos y a la vez hacía más urgente alcanzarlos para no perder poder adquisitivo. Lo que se ha hecho en muchos sectores es jugar con la duración del convenio y repartir la inflación en varios años. Al principio habrá una pérdida de poder adquisitivo, pero lo lógico es que se compense después, al moderarse la inflación. Como complemento se ha recurrido, además, a cláusulas para revisar la subida salarial con el IPC al final del periodo, aceptando los sindicatos que esa actualización no tenga efectos retroactivos.

- ¿El hecho de que ELA mantenga la reivindicación de que las subidas salariales se vinculen el IPC del año anterior ha complicado la negociación en Euskadi?

- No voy a valorar eso. Mi función es tratar de no enconar las cosas. Me remito a lo que he dicho sobre que las fórmulas empleadas para repartir la inflación en varios años me parecen razonables.

- En Mercedes los trabajadores aprobaron el convenio pactado por CC OO y UGT y luego ELA ganó las elecciones. ¿Ha podido influir eso en las posiciones sindicales?

- No dedico tiempo a pensar en eso. Lo relevante ahí es que los trabajadores respaldaron el convenio.

- El año ha terminado con 330.000 trabajadores vascos, un 54,6% del total, con los sueldos congelados al no tener su convenio renovado. ¿Cómo valora este balance?

- Es verdad que el porcentaje de trabajadores con sus convenios renovados, el 45,4%, es el más bajo de los últimos años, pero las diferencias no son significativas. La negociación colectiva ha resistido de manera razonable en un contexto muy complejo. Con la inflación tan alta, conseguir acuerdos es esencial para preservar el poder adquisitivo; si no se renueva el convenio, el salario queda congelado. Y el mantenimiento del poder adquisitivo es vital por dos razones: porque las rentas salariales son la gasolina principal del sistema y porque constituye un dique frente a la desigualdad, la principal amenaza que tenemos ahora.

- El aumento salarial en los convenios vigentes en Euskadi es del 4%, la tasa más alta de España. ¿Por qué?

- Se debe a que hay convenios plurianuales, firmados hace tiempo, que están vinculados al IPC del año anterior. También a que aquí, por la dinámica de negociación, se consiguen incrementos salariales superiores.

- Mencionaba antes la conflictividad. Este año Euskadi concentra el 46% de todas las huelgas de España.

- La conflictividad es muy alta en Euskadi y no solo ahora. Lleva años así.

- Esta semana el Gobierno ha aprobado la subida del salario mínimo a 1.080 euros. Acumula un alza de 344 euros en cinco años. Algunos expertos advierten del riesgo de que se destruya empleo.

- La actualización de los salarios es un objetivo claro, especialmente en el caso de los más bajos. La tesis de que la subida del SMI destruye empleo no se ha cumplido.

- El mercado laboral empieza a dar muestras de debilitamiento. Se ha visto en los datos de enero.

- Sí, así es, hay un debilitamiento en los últimos meses. Pero el balance hasta ahora creo que es positivo. Los datos ponen de manifiesto que tenemos más ocupación, menos paro y mejor calidad en el empleo. Se ha reducido la temporalidad y ahora una de cada cuatro contratos son indefinidos.

- Hay quienes consideran que la reforma laboral solo ha servido para 'maquillar' las estadísticas, con figuras como la de los fijos discontinuos.

- Yo rechazo que sea un maquillaje estadístico. Las cifras son incuestionables. El mayor crecimiento en términos absolutos se ha dado en los indefinidos a tiempo completo.

- Euskadi sigue siendo líder en absentismo. ¿A qué se debe y qué solución tiene?

- No tengo explicación. Creo que lo primero que habría que hacer es ponerse de acuerdo sobre qué se considera absentismo y a partir de ahí estudiar dónde se producen las desviaciones.