La recaudación de impuestos sigue con buen tono pese a la devolución a los mutualistas

Hay dos elementos que han empujado a la moderación de los ingresos por impuestos. Uno de ellos está ligado a la evolución de la economía que, aunque en conjunto tiene signo positivo -crecimiento del PIB del 1,8% en el primer semestre- refleja signos de debilidad en el consumo. Y es que el IVA, el impuesto que mejor refleja la evolución del consumo, recoge ya importantes descensos en el entorno del 1,5% para Gipuzkoa y Álava. En el caso de Bizkaia es más radical -descenso del 8,1%- pero la explicación es que 2023 fue excepcional en este tributo por la recaudación de actas de inspección con cantidades importantes.

El segundo factor que ha empujado los ingresos a la moderación está ligado al efecto que ha tenido este año una sentencia del Tribunal Supremo sobre el IRPF de más de 260.000 pensionistas vascos, que hicieron aportaciones a mutualidades profesionales antes de 1979, año en el que fueron absorbidas por la Seguridad Social. Se trata de las mutualidades que daban cobertura a los empleados de Telefónica, Puertos, Tabacalera, banca o notarías, entre otras actividades. Según las propias estimaciones realizadas por las haciendas vascas este tema puede provocar este año un 'roto' en el entorno de los 700 millones de euros.

El Supremo estimó que aquellas aportaciones eran ahorro, de tal forma que una parte de las pensiones que reciben ahora estas personas no debe considerarse renta y por lo tanto tienen que estar libres de impuestos. Las tres diputaciones han absorbido ya su impacto en la liquidación de Renta del ejercicio 2023, pero aún no han completado la devolución del exceso cobrado en el IRPF en los cuatro años que no han prescrito, el periodo de 2019 a 2022. Las haciendas forales ya han anticipado que esperan tener completamente cerrado este capítulo antes de que finalice el año.

Lo cierto es que ese aumento del 2,13% de aumento de los ingresos por impuestos hasta finales de agosto se queda bastante lejos del aumento del 4,9% previsto en los Presupuestos para 2024, lo que puede obligar a las instituciones -Gobierno, diputaciones y ayuntamientos- a mirar con lupa sus gastos en la recta final del año. De lo contrario pueden llegar a incurrir en un déficit que no estaba previsto. Esa es una cara de la realidad. La otra es que con todas las cifras sobre la mesa hay que concluir que la caja sigue manteniendo un buen tono, ya que si se deja al margen el efecto negativo de las devoluciones a los mutualistas los ingresos crecerían por encima del 7%. Una tasa más que generosa para un crecimiento del PIB del 1,8%, con una tasa de inflación ya por debajo del 3%.

Aunque por el momento no se dispone de datos agregados de los tres territorios es evidente el impulso del IRPF en la recaudación y en especial de las retenciones, que crecen entre el 10,7% de Gipuzkoa y el 5,7% de Bizkaia, en un efecto combinado de la mejoría en los datos del empleo y también de las subidas salariales contabilizadas desde enero. Mientras, el Impuesto de Sociedades que grava los beneficios empresariales también ha tenido un comportamiento positivo, del 11,3% en Bizkaia, del 4,8% en Álava y del 13,2% en Gipuzkoa.

Por territorios, la contabilidad oficial de las haciendas sitúa en cabeza de la mejoría de recaudación a Bizkaia, que registra un aumento del 2,98% en sus ingresos, frente al 1,37% de Álava y el comportamiento más flojo del 1,08% de Gipuzkoa.

Y hay una mala noticia para quienes recaudan impuestos aunque pueda ser una magnífica señal para quienes se ocupan de nuestra salud- Aparentemente, los ciudadanos han recortado de forma significativa la cuota de su gasto que dedican al consumo de bebidas alcohólicas. Así, el Impuesto sobre Bebidas Alcohólicas ha descendido en tasas superiores al 12%, mientas que el específico que tiene la cerveza cae algo menos pero también en un porcentaje significativo, entre el 5% y el 10% en función del territorio.