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Para el presidente de SEA Empresas Alavesas, Pascal Gómez, no hay secretos. Si Euskadi ha aguantado la crisis de precios, de materias primas o de energía esquivando la recesión, ha sido por la industria. Por eso reclama una sensibilidad a los gobiernos que saldrán de ... las urnas del pasado domingo para que concilien ciudades verdes, sí, pero atendiendo a su industria, «es la garantía para mantener el crecimiento y el estado de bienestar».
- El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, insinuó que la conflictividad social ha podido marcar el resultado de las elecciones, ¿comparte esa visión?
- No comparto esa reflexión. Hemos trabajado mucho y estamos llegando a acuerdos de manera constante. Desde que firmamos el convenio del Metal en Álava, nos ha costado 35 años llevarlo a un acuerdo de eficacia general, estamos viviendo un clima social amable.
- No es habitual que la patronal hable de clima social amable. Además, el empleo aguanta, los precios aflojan. ¿Esquivamos la recesión?
- Es titánico lo que hacen las empresas. Hemos aguantando el coste de la energía, de las materias primas o de los salarios. Para eso hace falta solidez y una solidez que no se hace de un día para otro, se genera durante 25, 40 o 50 años. Es el sector industrial el que lo ha permitido.
- La administración y los servicios son los que más empleo han generado. ¿Corre peligro ese perfil industrial?
- Hay que mantenerlo, es un gran valor. En Álava, el 34% del PIB es industrial. Hay que hacer una combinación de dos elementos: la ciudad verde, pero unida a las grandes factorías y sus empresas auxiliares. Eso nos marca, tiene que condicionar todos los desarrollos económicos para los próximos 25 años.
- Vienen cambios de gobiernos en los ayuntamientos y las diputaciones. ¿Qué les pide?
- Mi mensaje es sencillo, queremos instituciones fuertes, que sean capaces de acometer los retos y que entiendan que la industria es la clave del estado del bienestar. Y solo pido un cambio de evolución para trabajar más juntos. No puede ir el mundo empresarial por un lado y la administración por otro, más en un territorio donde el peso de la industria es de este calado.
- El saldo de las cuentas corrientes de las administraciones vascas ha crecido un 80% desde la pandemia. Las haciendas llevan un 12% más de recaudación este año. ¿Son voraces las diputaciones con los impuestos?
- La administración foral es cercana. Pero necesitamos dar un cambio de rumbo a la fiscalidad. Es una herramienta de competitividad.
- ¿Hemos perdido competitividad fiscal en el País Vasco?
- Yo diría que podemos ser más competitivos.
- Desde las patronales vascas hicieron una propuesta para la reforma fiscal que acometerán ahora los nuevos gobiernos forales. ¿Qué plantean?
- Queremos que la fiscalidad sea una herramienta para la inversión y eso requiere animarla con deducciones que también queremos que se puedan aplicar a la creación de proyectos empresariales, patentes, a la internacionalización. No queremos subvenciones, queremos una fiscalidad competitiva que nos ayude porque estamos peleando con alemanes, franceses o chinos. Tenemos que ser valientes, más atrevidos.
- ¿El acceso al crédito con estos tipos de interés está siendo un problema?
- En este momento está descontrolado el coste de la financiación y va a generar una retención de las inversiones. Y las necesidades de financiación siguen estando. Recientemente, hemos hecho una encuesta y el 62% de las empresas alavesas están buscando financiación.
- ¿Y qué respuesta están obteniendo de los bancos?
- Necesitamos que el mundo bancario vuelva al mundo empresarial, nos hemos encontrado un poco huérfanos. Y con estos datos vamos a lanzar un proyecto para trabajar con los bancos. Vamos a llamar a todas las entidades financieras, compartir con ellas las necesidades y vamos a ir buscando soluciones.
- ¿Cómo ve las dudas entre Ezkio y Álava para unión ferroviaria de Euskadi con Navarra?
- La conectividad por Álava es incuestionable. Pido a todos los partidos un mensaje claro de que tiene que ser Júndiz la única ubicación para la alta velocidad de mercancías. Vamos a dar la batalla y los argumentos. La alternativa de Ezkio requiere taladrar la sierra de Aralar, sería un coste ecológico y económico incalculable. No tiene sentido.
El País Vasco alcanzó el pasado mes más de un millón de afiliados en la Seguridad Social, el número de cotizantes más altos de la serie histórica. Pero en este escenario, el presidente de la patronal alavesa, Pascal Gómez, ve un doble problema para encontrar no solo talento, sino talante, «ganas de trabajar».
- Todos los sectores empresariales alertan sobre la falta de talento para contratar personal. ¿Qué está ocurriendo?
- Se nos olvida además otra cosa, el talante. Hay que combinar las dos. Necesitamos gente con voluntad de trabajar. Es verdad que las ciudades pequeñas están sufriendo respecto a las grandes capitales, como Madrid. Pero desde la política también hay que trabajar esto.
- El absentismo, que ha comenzado a analizarse en la Mesa de Diálogo Social de Euskadi, ¿puede ser una consecuencia de eso que dice?
- No sé, lo que hago es un llamamiento general porque el absentismo laboral nos está arruinando a las empresas. Tenemos que saber cuáles son las causas de ese fenómeno que se está convirtiendo en un proceso social. Nos estamos acostumbrado socialmente a que la falta de asistencia al trabajo esté bien vista cuando no se puede ni compartir, ni entender.
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