Los vascos gastan más en restaurantes que en gasolina

La subida de los importes acusa el incremento de precios registrado el año pasado, pero también siguen creciendo el número de operaciones. Así, en todo 2022 sacar la tarjeta o pasar el móvil por la terminal de cobro de un comercio fue una maniobra que se repitió hasta 172,2 millones veces. Esa es la cifra de ocasiones, al menos, en la que se utilizó una tarjeta de Kutxabank. El dato es relevante en la medida en que la entidad financiera que surgió de la fusión de las antiguas cajas de ahorro de Euskadi es la que más cuota de mercado tiene en el País Vasco.

Dos de cada diez compras se realizaron en grandes superficies de alimentación acumulando un gasto total de 1.025 millones. Es el volumen de operaciones más importantes y que crece un 8,7% frente al pasado 2021. El siguiente capítulo de pagos con tarjeta más cuantioso está en los comercios minoristas, 860 millones y un 4,5% más que en el ejercicio anterior. Pero a la hora de comer es cuando de verdad los clientes de la entidad han soltado la cartera. Las tarjetas han echado humo en los restaurantes con un incremento del 40%, uno de los crecimientos que más ha llamado la atención en Kutxabank. Fue el día del padre, el 19 marzo, que el pasado año cayó en sábado.

Sentarse a la mesa a comer fuera de casa se ha convertido en el tercer momento para el que más se ha utilizado la tarjeta de crédito. Con 459,5 millones de euros el gasto ha sido más elevado que el que se ha destinado al combustible, a pesar de la subida desmesurada del ticket en las gasolineras. En estos puntos de venta se han registrado 7,7 millones de operaciones por un importe total de 355 millones.

El ocio y los viajes, con la despedida definitiva a las restricciones que vivió el 2022 y un boom de desplazamientos en verano, es el sector que mayor crecimiento en el pago con tarjetas ha experimentado con 113,5 millones, un 132,8% más que el año anterior.

El día de más operaciones del año fue el 23 de diciembre, el viernes previo a Nochebuena. Y en compras realizadas en grandes establecimientos de no alimentación, el Black Friday evidenció que ya se ha hecho un acontecimiento de consumo que se incorporado a la cultura local. Así, el cuarto viernes de noviembre fue el registro más elevado de 2022.