«Al Puerto de Bilbao le va la vida en que se cierre ya el acuerdo de la estiba»

Barkala, al que le tocó lidiar con la huelga de la estiba más larga de la historia en plena pandemia (57 días a finales de 2020), hizo referencia a la necesidad de cerrar ya un nuevo convenio en el Puerto de Bilbao que estabilice la situación a largo plazo. «Nos va la vida en ello. Si no somos atractivos, los cargadores se van porque la fuga de mercancías es cada vez más fácil. Firmar el acuerdo nos va a dar credibilidad y nos va a permitir recuperar los tráficos perdidos», afirmó.

Empresas y estibadores llevan un año negociando con discreción, después de que la intermediación del Ministerio de Yolanda Díaz ayudase a desbloquear el conflicto en diciembre. Pero entonces solo se pusieron unas bases mínimas y el problema quedaba sin resolver: los estibadores piden garantías de trabajo (son 320 fijos en Bilboestiba y un centenar de eventuales) y las empresas, gestionar libremente las tareas complementarias. La solución, que podría pasar por un recorte salarial, no es fácil. Sobre todo para dar respuesta a los temporales que acumulan 14 años en el puerto, pero Barkala se mostró optimista y apostó por negociar «con sinceridad, dejando todas las partes pelos en la gatera».

Con mucho humor, el veterano Pedro Ruiz de Alegría también rememoró sus enfrentamientos con los estibadores y los tiempos tan diferentes que le tocó vivir en los que era habitual tener whisky en la oficina, una costumbre que él suprimió. Como recordó Iñaki Garcinuño, que ejerció de moderador, llegó en una etapa muy dura, marcada por la violencia de ETA, que le afectó de cerca. Pero desde el principio impuso su pauta. «No voy a tolerar a los empresarios piratas ni a los sindicatos depredadores», dijo en su primera entrevista en EL CORREO, tras ser nombrado presidente de la Autoridad Portuaria por el Gobierno socialista.

José Ángel Corres recordó que él fue el primer presidente designado por el Ejecutivo vasco tras el acuerdo por el que el PNV apoyó la investidura de Aznar. Lamentó no haber logrado el ordenamiento de la estiba o la interconexión intermodal, pero celebró haber conseguido ganar espacio, ordenar el sector del contenedor y la apuesta por los cruceros.

José Ramón de la Fuente desembarcó en el cargo en la crisis financiera, una época que, aseguró, el Puerto de Bilbao superó «sin hacer ERE como otras terminales». Asier Atutxa, que tomó el timón en 2013, destacó la función estratégica de la terminal para el tejido productivo vasco. Puso como ejemplo su desarrollo como polo de industria eólica offshore, con proyectos como el de Haizea Wind, una estrategia alineada con la del Gobierno vasco. Hizo referencia también a las negociaciones políticas que se llevan a cabo para conseguir mejoras: «Gracias al apoyo a la reforma de la estiba del Gobierno de Rajoy, necesaria para acabar con las multas de Bruselas, se logró la encomienda de gestión de 450 millones para la Variante Sur Ferroviaria».

Todos coincidieron en que el futuro pasa por posicionar al puerto en la transición energética y la digitalización. Garcinuño añadió que a él le gustaría ver por fin una mujer al frente de la Autoridad Portuaria, como ya la hay al frente de ACBE.