El Puerto de Bilbao confía en recuperar competitividad con la paz en la estiba

El acuerdo llega después de más de 16 semanas de tortuosas negociaciones, unas conversaciones que se abrieron tras la huelga de 2020 y de la intervención del Ministerio de Trabajo. Con aquel paro, en plena pandemia, se perdieron tráficos, y luego la recuperación se ha complicado por el colapso en la cadena de suministro y ahora la guerra. En el frente laboral, Bilboestiba solicitó preconcurso por una deuda derivada de pagos pendientes con los estibadores y a principios de abril entró en concurso. Esta situación ha servido de presión para que los sindicatos acepten una quita salarial y flexibilizar sus condiciones, con objeto de garantizar el futuro de la sociedad y el empleo de los 300 estibadores fijos.

Coordinadora llegó primero a un pacto bilateral en el que aceptaba un recorte salarial de 850.000 euros anuales en los tres primeros años de convenio, a cambio de tener subidas del 4% a partir de 2024. Pero necesitaba el apoyo de otro sindicato para la mayoría sindical y UGT se sumó el pasado miércoles, tras pactar un anexo en el que se recoge la incorporación de eventuales a la plantilla conforme se registren jubilaciones a partir de 2024, pero bajo la condición de que los fijos sumen un mínimo de jornadas. El centenar de eventuales que llevan años encadenando contratos no han quedado del todo satisfechos.

El acuerdo supone un «paso clave y necesario para mejorar la competitividad», según destacó ayer la Autoridad Portuaria. Su presidente, Ricardo Barkala, advirtió recientemente de que «el Puerto de Bilbao debía limpiar su imagen de conflictivo» después de que clientes importantes se fueran a otras terminales.

Bilboestiba, que aglutina a las cuatro empresas estibadoras, resaltó que el acuerdo garantiza la estabilidad y competitividad del puerto. «Ahora corresponde a todos recuperar la reputación, fidelizar a los clientes y aprovechar la estabilidad para competir por los tráficos», señaló. Por la parte sindical, Coordinadora presentó el acuerdo como un «ejercicio de responsabilidad» para lograr la estabilidad que necesita el puerto para recuperar tráficos. UGT, por su parte, defendió la cláusula introducida para incorporar a eventuales.