La producción industrial vasca salva 2023 gracias al arreón del 5,4% en diciembre

Este impulso final se ha apoyado especialmente en los bienes de equipo, que crecieron un 10,4% en diciembre y con un acumulado anual del 4,2%. En este capítulo es donde se contabiliza la fabricación de vehículos, donde el peso de la fábrica de Mercedes en Vitoria es determinante para Euskadi, así como la fabricación de trenes, con la influencia de las plantas de CAF y Talgo. También se anotan los pedidos elaborados por el sector aeronáutico gracias a la actividad de ITP Aero, Aernnova y las instalaciones de Aciturri. Este sector, al igual que el ferroviario, ha contando con mucha carga de trabajo, aunque sigue con la rentabilidad muy comprometida por la imposibilidad para repercutir los costes.

Los bienes intermedios, donde se encuadra la metalurgia y la fabricación de productos metálicos, así como el caucho (neumáticos) y el plástico, cerró el año con un leve descenso del 0,1%, pero en diciembre se apuntó a la recuperación con un crecimiento del 4,8%.

La energía, en cambio, sí ha acusado el frenazo de Europa que se ha traducido una menor demanda de combustible. Así, la actividad exportadora de Petronor en 2023 se ha reducido sensiblemente. En cuanto al gas, las existencias en los depósitos y una climatología benigna, así como el funcionamiento de las renovables, también redujeron su demanda. En total, la producción de bienes energéticos cayó un 9,6% en el pasado ejercicio y anotó un descenso algo menor en diciembre, del 4,6%.

Por territorios históricos, Álava lideró la producción industrial con un 0,6% de crecimiento anual. El peso de la actividad de Mercedes, que avanza hacia producciones récord, ha salvado la estadística. En Bizkaia, el saldo también ha sido positivo, con un crecimiento del 0,5%, mientras que Gipuzkoa, aunque con datos similares no ha conseguido cerrar el 2023 en positivo y su actividad industrial se redujo un 0,1%.