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Sábado, 1 de mayo 2021, 00:55
Secretario general de ELA
En medio todavía de una crisis sanitaria que amenaza la salud y las condiciones de vida de millones de personas (con especial virulencia en el caso de las mujeres), reivindicamos que es tiempo de cambios. Cambios para combatir la desigualdad social creciente. Eso sólo ... es posible avanzando hacia otro modelo económico y social.
Sin embargo, la dirección no parece ser esa. Hemos advertido sobre los riesgos y amenazas a los que vamos a enfrentarnos los próximos meses. A la preocupante situación del empleo se pueden sumar recortes. Los fondos europeos son una trampa, el Gobierno del Estado va a enviar a Bruselas las reformas que se van a aplicar a cambio de estos fondos. Quieren dificultar aún más el acceso a la jubilación y rebajar la cuantía de las pensiones. Una decisión que afectaría seriamente a miles de trabajadoras y trabajadores vascos retrasando su jubilación.
También la reforma laboral. En Euskal Herria las plantillas de muchas empresas pelean estas semanas por defender sus empleos ante los despidos, al igual que los y las trabajadoras del sector público lo han hecho mediante una huelga para denunciar la disparada eventualidad de nuestras administraciones (la mayor de Europa). El lehendakari o la patronal creen que no es oportuno derogar la reforma laboral. La excusa es la pandemia. ELA defiende precisamente que es una razón más para terminar con una legislación laboral que facilita, en una crisis, despedir a más gente de manera más fácil.
Es necesaria otra salida a esta crisis. Planteamos una reforma fiscal para incrementar la aportación de las rentas altas, de los beneficios de las empresas y patrimonios en un país donde las principales compañías no pagan en impuestos ni un euro de cada diez que ganan.
Quieran o no, los gobiernos de Urkullu y Chivite tendrán que afrontar este debate. El incremento de la deuda (mucho mayor ahora que en el 2010, donde comenzaron los recortes) y la vuelta a las políticas de austeridad van a llevar a elegir entre reforma fiscal o recortes. El debate fiscal no puede seguir siendo tabú en nuestro país, ni por el dogmatismo de nuestros gobiernos, ni por la falta de pulso de la izquierda.
Secretaria general de LAB
Nuevo Primero de Mayo en plena crisis sanitaria y en situación sindémica. Ante las llamadas a la colaboración de hace un año, LAB optó por la disputa.
Este sistema es insostenible social y ecológicamente. Los cambios son inevitables y está en disputa en qué dirección hacerlos. LAB defenderá un cambio de rumbo, una transición ecosocialista y feminista hacia un nuevo paradigma de desarrollo más democrático.
Hasta ahora se han evitado responsabilidades políticas y se ha puesto el foco en la responsabilidad ciudadana y la vacunación. Sin embargo, hemos visto que hace falta más inversión en sanidad y en servicios públicos. No se explica que no se haya reforzado la sanidad pública, ni que los recursos de la privada no se hayan puesto a su servicio. Además, los trabajos esenciales para mantener la vida, feminizados y precarizados, siguen sin reconocerse.
Las reformas laborales han facilitado la destrucción del empleo y ha quedado patente la necesidad de dignificarlo. El Gobierno de Madrid sigue sin dar pasos para derogar la reforma laboral y además, ya está en marcha una nueva reforma de pensiones.
Europa, con los fondos de recuperación, apuesta por destinar ingentes cantidades de dinero público a manos privadas para atender a las necesidades del capital transnacional.
Así, los servicios públicos, el sistema público de cuidados y las condiciones de trabajo y vida dignas se dejan fuera. Además, no se quiere abordar el debate de la reforma fiscal y sin ésta, volveremos a hablar de más recortes.
Generar una alternativa al actual sistema es un desafío mundial, pero debemos tener claro que la alternativa debe impulsarse desde cada país. Aquí, en Euskal Herria, desde la izquierda y en el marco de un proceso de soberanía popular.
Hoy por hoy no hay mayoría institucional que apueste por el cambio, pero sí una mayoría social. Y es aquí donde, con su modelo sindical combativo y feminista -que tanto inquieta a patronales e instituciones- LAB seguirá haciendo su aportación.
Llamamos a la movilización para que cada vez seamos más quienes salgamos a la calle a favor de un cambio de rumbo.
Secretaria general de CC OO-Euskadi
Bajo el lema 'Ahora toca cumplir, un país en deuda con la clase trabajadora', desde CC OO de Euskadi llamamos a la participación en las manifestaciones del Primero de Mayo.
Reclamamos la necesidad de otro modelo social y económico más justo, proteger y reforzar los servicios públicos, imprescindibles en una sociedad democrática, y destacar el valor insustituible de la clase trabajadora para sacar adelante una sociedad ante situaciones tan complejas.
Si algo está quedando patente en esta crisis dramática es el valor insustituible de trabajos sanitarios, sociosanitarios y de cuidado de personas, de los servicios esenciales; pero también de trabajos poco cualificados, muchas veces depauperados, precarios y con bajos salarios.
Se ha demostrado, como nunca, que no hay sociedad sin trabajo. Que no hay democracia sin democracia en el trabajo, y que no hay sociedad sin el papel fundamental vertebrador de los trabajadores y trabajadoras.
Este reconocimiento debe ir acompañado de actuaciones y compromisos concretos que mejoren sus condiciones de trabajo; es lo que toca y es lo que exigimos.
Es urgente poner en marcha la agenda social pendiente y comprometida. Para CC OO toca:
- La derogación de las reformas laborales, acabar con la dualidad del mercado de trabajo, recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos, regular las contratas y subcontratas para que las personas que trabajan en actividades externalizadas tengan garantizados sus derechos a través de un convenio colectivo, y subir el SMI.
- Apostar por el sistema público de pensiones y derogar la reforma unilateral de 2013, que pasa por la revalorización de las pensiones y la eliminación del factor de sostenibilidad, mejorar los ingresos del sistema para reforzar el sistema público de pensiones.
- Eliminar las brechas de género para conseguir una igualdad plena y real entre mujeres y hombres.
El país está en deuda con la clase trabajadora y por eso ahora toca cumplir y mejorar sus derechos laborales y sus condiciones de vida.
Secretario general de UGT-Euskadi
Después de que el año pasado tocara quedarse en casa y conformarnos con un Primero de Mayo virtual -no por ello menos reivindicativo-, este Primero de Mayo de 2021 no renunciamos a salir a la calle. Ahora toca salir a la calle para que el Gobierno cumpla lo prometido.
El panorama no deja de ser desolador para muchos vascos/as. Seguimos en pandemia, todavía son muchos los trabajadores/as en ERTE, muchos los que han perdido su trabajo y muy pocos los que han conseguido un trabajo, eso sí muy precario, temporal y en muchos casos a tiempo parcial. Ahora toca empleo de calidad
Las medidas a tomar en materia de normativa laboral pasan por cumplir también las exigencias europeas de atajar la dualidad del mercado de trabajo, el exceso de contratación temporal, sobre todo en las administraciones públicas vascas, el paro juvenil y el de larga duración de mayores de 45 años. Ahora toca empleo estable.
En Euskadi, hemos conseguido que aquellos trabajadores/as que menos ganan vean complementada su nómina en ERTE, pero tenemos que seguir trabajando, también aquí, por atajar ese exceso de contratación temporal, reactivar la negociación colectiva paralizada en este año de pandemia y, todas estas actuaciones, con la perspectiva de género. Toca igualdad.
Para la necesaria reactivación de la economía necesitamos estar vacunados, pero aún es más urgente para los trabajadores/as considerados esenciales durante la pandemia y ahora los grandes olvidados. Cajeras de supermercados, limpiadoras y vigilantes de seguridad y transporte público, entre otros colectivos que, día a día, están en primera línea y se arriesgan al contagio por Covid. Ahora toca vacunar a los esenciales.
Este Primero de Mayo urge poner en marcha la agenda social pendiente y comprometida por el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Subir el SMI y derogar las reformas laborales y de pensiones de 2013. Pero también hay que abordar una reforma que acabe con la alta temporalidad; mejorar las prestaciones por desempleo subiendo el IPREM; aprobar una Ley de igualdad salarial y promover un plan de choque que frene las inaceptables cifras de accidentes laborales. Ahora toca cumplir con la clase trabajadora. Ahora nos toca.
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