Nos preocupa que se nos vea como meros sujetos pasivos de impuestos para resolver los graves problemas demográficos a los que nos enfrentamos. Que las herramientas de las que disponemos no se utilicen para una fiscalidad inteligente que proteja el talento y la inversión. Que ... no consideremos la alta tasa de absentismo como un problema de primer orden que afecta a toda la sociedad. Que la gran oportunidad que son los fondos europeos no lleguen en su mayoría a las empresas y en especial a las pymes, para hacer las transformaciones que necesitamos y se nos exige.

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Al aumento de costes a nivel mundial de la energía, los transportes y las materias primas, sumamos unos problemas 'autóctonos: la tasa más alta de absentismo, la conflictividad laboral -con sindicatos propios que miden su éxito en el número de conflictos- y un problema demográfico que ocasiona que nos falten profesionales. Las dificultades mundiales se dice que son coyunturales y que tras el verano comenzarán a resolverse. En nuestra mano está contribuir a que los problemas añadidos propios, absentismo, conflictividad y demografía también lo sean.

Pero nos toca ser positivos; las empresarias y empresarios lo somos por naturaleza, lo necesitamos para sacar adelante nuestros proyectos. Podemos salir de esta crisis sanitaria, a pesar de los últimos picos. Y también estamos a tiempo de plantear y beneficiarnos de los proyectos que nos van a ayudar a adaptar nuestras empresas a las nuevas exigencias del planeta. Desde Cebek ayudamos a las empresas, además de darles voz, a ser vectores de información; a potenciar alianzas entre empresas, y también con las instituciones; a promocionar en las empresas una mejora de las relaciones internas mediante nuevos liderazgos y nuevas formas de comunicar...

Reconocer lo conseguido, con diálogo, consenso y alianzas nos va a llevar a un 2022 más lejos de los conflictos y con un futuro más prometedor.

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