Empresas pequeñas pero matonas

En Euskadi hay unos cuantos de ellos. Son empresas que figuran en los primeros puestos de Europa (incluso mundiales) en cuanto a cuota de mercado. Se distinguen, además, porque su facturación anual no es desorbitada: están por debajo de los 1.000 millones de euros. Y porque la producción está orientada, en una considerable parte, a la exportación. Un estudio elaborado el año pasado por el Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra), apuntaba a que la vasca era la comunidad autónoma de España con un mayor ratio de empresas líderes internacionales por millón de habitantes (17), y al mismo nivel que avanzadas economías como las de Austria, Alemania o Suiza.

Cápsulas para vinos de alta gama, pulpos y cucharas de carga, herramientas de mano e industriales, pasarelas de atraque de cruceros… Nichos de negocio de lo más variopinto donde destacan un puñado de compañías vascas. Estas son algunas de ellas.

Con sede en Santurtzi, Prosertek se vende como «la única en el mundo que diseña, fabrica e instala todos los elementos necesarios para que un barco atraque en cualquier puerto del mundo». Así de buenas, y a oídos de gente poco versada en la materia, podría parecer una actividad no especialmente compleja, y para la que nos se necesita una alta especialización tecnológica. No es así. Hablamos de productos como defensas para el atraque de buques de gran tonelaje (ya sea del sector porturario como del Oil&Gas), pasarelas de atraque de cruceros, ganchos de escape rápidos para soltar el barco al surgir cualquier contratiempo, sistemas de monitorización para que el práctico conozca la velocidad, la inclinación y la distancia en plena operación de atraque…. «Parece algo sencillo, pero tiene cierta complejidad», explica el director financiero de la compañía, Álex García. Por ejemplo, las pasarelas de atraque, por donde los pasajeros de un crucero entran y salen de puerto, se asemejan a los 'fingers' de los aeropuertos. Solo que en este caso los aviones permanecen inmóviles, mientras que los barcos han de lidiar con las mareas y su propio vaivén.

Prosertek, que recientemente se alzó con el Premio ON Bizkaia de Innovación, fue fundada en 1992 y en la actualidad cuenta con una plantilla de 70 personas. Pero no ha sido hasta hace tres años cuando ha dado el gran salto de la internacionalización. Entonces apenas exportaba el 5% de sus productos. Hoy ya es el 70%.

La elegancia y la solera de los grandes vinos se miden por muchos detalles. Algunos de ellos aparentemente poco significantes, como el recubrimiento del cuello de las botellas. Descubrirá en esas cápsulas que coronan las botellas de los caldos más reputados el resultado del trabajo casi orfebre que desempeñan empresas como Rivercap. La firma alavesa está especializada en cápsulas para vinos de alta gama, y desde su fundación en 1990 ha experimentado una imparable progresión en cuanto a tamaño, diversificación de producto e internacionalización.

Nació en Lapuebla de Labarca y se dedicaba únicamente a las cápsulas de estaño. De forma progresiva fue ampliando el catálogo de producto, y actualmente fabrica recubrimientos de aluminio (para vinos de muy alta gama), complejo (una mezcla de aluminio y polietileno empleada para la gama alta), y de PVC (gama básica). Además, también produce tapones de rosca.

Hace ya dos décadas que se lanzaron a vender en el exterior, y en 2010 se fusionaron con el Grupo Sparflex -líder en bozales y cápsulas para champagne y vinos espumosos- que en 2015 se hizo con el control absoluto de la firma alavesa. En la actualidad Rivercap emplea a más de 175 personas, tiene presencia en 44 países y plantas de producción en España, Francia y Estados Unidos, países estos dos últimos en los que vende el 85% de su producto. Con más de 3.500 clientes en su agenda, Rivercap facturó el pasado ejericio 41 millones de euros, lo que supuso un incremento interanual del 12%.

No se dedica a la pesca y comercialización del cotizado animal marino, ni a la fabricación de cubiertos. Los pulpos y cucharas que vende Credeblug son otros. Son los que junto a grúas y pinzas sirven para manipular grandes cargas de en acerías, puertos, plantas de residuos, e incluso parques eólicos y plataformas petrolíferas 'offshore'. La firma guipuzcoana ni es grande (da trabajo a 25 personas) ni está expandida por el mundo (únicamente cuenta con una pequeña factoría en Azpeitia). Pero es la mejor del mundo en lo suyo. Así lo atestigua el premio International Bulk Journal (IBJ), que galardona al más destacado fabricante mundial de pulpos y cucharas. Lo mereció en 2010. Y este año ha vuelto a recibirlo.

Asier Susaeta, consejero delegado de la firma, explicaba a El Diario Vasco que el galardón venía a reconocer «nuestra capacidad de desarrollar tecnología propia y aumentar la funcionalidad de los equipos. Hemos competido con otros cinco fabricantes, todos ellos de mayor dimensión que Credeblug, pero ocupamos un nicho específico que nos permite situarnos por delante de ellos y ganarles».

El gran secreto de Credeblug -fundada en 1965 con el nombre de Blug Ibérica- reside en su decidida apuesta por la I+D, a la que dedica entre el 10% y el 15% de la facturación. El año pasado sus ventas ascendieron a 3 millones de euros, y para este año prevé un incremento de entre el 5% y el 7%.

En un pequeño rincón de la comarca vizcaína de Lea-Artibai se enclava una de las empresas europeas punteras en la gestión y desarrollo integral de laboratorios en cualquiera de sus fases: desde la consultoría e ingeniería, hasta la puesta en marcha y servicio posventa. Burdinola cuenta con una gama de productos que comprende mesas de laboratorios y unidades de almacenaje, sistemas de servicios, vitrinas de gases y otros elementos de aspiración.

En sus 40 años de trayectoria, la empresa que comanda Mikel Martínez ha logrado situarse «a la cabeza en los sectores farmacéutico, hospitalario, químico y educacional, entre otros» y ha equipado más de 5.000 proyectos de laboratorio. La actividad internacional de Burdinola se remonta a 1995. Cuenta con una red de filiales ubicadas en Francia, Italia, Reino Unido, Benelux y EAU (Dubái), así como delegaciones en México y Colombia, además de las cinco repartidas en España. Aunque actualmente 'sólo' exporta el 35% de su facturación, entre los objetivos de la compañía está el llegar al 60%.

No es Fagor, ni Ulma, ni Danobat. Pero Orkli puede lucir con orgullo el ser una de las cooperativas mejor posicionadas a nivel mundial de la corporación Mondragón. En su planta de Ordizia se fabrican y venden componentes para calefacción, agua caliente sanitaria, calentamiento de agua y electrodomésticos. En el ámbito de la seguridad termoeléctrica cuenta con un 60% de cuota de mercado mundial. Sus sofisticados productos -termopares, grupos magnéticos- se encuentran instalados en las mejores firmas del planeta: desde Bosch a Siemens pasando por Indesit, Rowan o Whirlpool.

Además, Orkli ocupa el tercer puesto mundial en el segmento de la hidráulica aplicada a los calentadores. Y también se codea con los mejores en la actividad de calefacción: válvulas de radiadores, sistemas de suelo radiante, equipos de distribución de agua caliente, etc.

Por facturación, la firma de Ordizia está entre las grandes en la liga de los 'campeones ocultos'. Factura más de 200 millones al año, y exporta el 80% del producto. En su afán por progresar y no quedarse estancada, Orkli invierte alrededor de 20 millones de euros anuales en innovación y tecnología. «Queremos aportar soluciones complejas, en mercados con altas barreras de entrada, legislaciones restrictivas y márgenes altos; queremos hacer lo difícil, lo que no hacen los demás», contaba recientemente a El Diario Vasco el gerente de la compañía, Patxi López Urkiola.

En la misma liga que Zara, Real Madrid, Telefónica o Repsol: EGA Master es una de las 100 marcas españolas más renombradas y valoradas internacionalmente. Un prestigio ganado a pulso con los instrumentos, equipos y herramientas de alta especialización y tecnología para uso industrial que fabrica en su planta del polígono vitoriano de Júndiz. Originalmente especializada en herramienta para tuvo, EGA Master ha ido diversificando sus productos hasta completar un abrumador catálogo de 20.000 referencias.

La firma alavesa da servicio a un sinfín de sectores: automóvil, aeronáutico, naval, Oil&Gas, minero, etc. Recientemente fue seleccionada como la marca principal de herramientas para El Zohr Development Project, considerado el mayor descubrimiento de gas natural en el Mediterráneo. EGA Master suministrará herramienta industrial premium para Belayim Petroleum Company (una joint venture entre las egipcias IEOC y EGPC) por valor de 480.000 euros.

Su apuesta por la innovación, cuentan en la compañía, «ha permitido desarrollar cerca de 200 patentes, varias de ellas mundiales, como consecuencia de una inversión en I+D+i del 7%, cinco veces superior a la del sector». Fruto de ese esfuerzo nació hace apenas un mes la primera llave en titanio en 3D gracias a la tecnología de fabricación aditiva.

Ega Master cuenta con filiales en Australia, Brasil, México, Bélgica, Italia, Argentina, Francia, Reino Unido y Perú. Además, exporta casi el 90% de su producción a más de 150 países.