Pedro Sánchez busca reconciliarse con la empresa familiar y asistirá a su asamblea

El Instituto de Empresa Familiar fue fundado en Barcelona en 1992 y representa de forma directa a un centenar de grandes empresas españolas que tienen su núcleo de control en manos de un grupo familiar, a pesar de que algunas de ellas hayan accedido a cotizar en Bolsa. Tienen una facturación que supera los 171.000 millones de euros anuales y su influencia va más allá, hasta representar el 10% del PIB nacional, dada su estrecha vinculación con 18 asociaciones regionales que agrupan a unas 1.800 empresas familiares.

Fuentes consultadas por EL CORREO aseguran que Pedro Sánchez mostró su deseo de asistir a esta asamblea recientemente, con motivo de un encuentro privado que mantuvo con el actual presidente del Instituto, el empresario vasco y presidente de Sener, Andrés Sendagorta. Su presencia en el acto, en el que pronunciará un discurso ante los empresarios, ha sido posteriormente ratificado en una carta. Sendagorta, además, cederá el testigo de la presidente del Instituto en esta asamblea a manos de Ignacio Rivera, presidente de la corporación Hijos de Rivera, que entre otros negocios poseen la cervecera Estrella Galicia.

El distanciamiento entre Pedro Sánchez y la empresa familiar española ha sido una constante desde aquel congreso de 2018, que estuvo plagado de pequeñas incidencias. De entrada, el discurso del entonces máximo responsable de la institución, Francisco Riberas, destiló un análisis crítico sobre las actuaciones del Gobierno, a quien llegó a señalar como protagonista de operaciones de «corto plazo», frente a la opción de generar riqueza a medio y largo. La frialdad con la que los empresarios presentes en el Congreso -muy pocos aplausos y no pocos murmullos- despidieron a Pedro Sánchez, hicieron el resto. El presidente declinaría a partir de entonces todas las invitaciones para participar en el Congreso anual del Instituto, al que siempre asiste el Rey en su jornada inaugural.

Esta presencia del presidente del Gobierno en un acto del Instituto es también una victoria para Andrés Sendagorta justo en el momento en que dejará la cúpula de la institución en manos de Rivera. El empresario vasco, desde que llegó al cargo, siempre ha tratado de recomponer las relaciones y es público que hizo esfuerzos para contar con su presencia en el congreso celebrado en Cáceres en 2022, así como en el de Bilbao, que se celebró el pasado mes de octubre. En ambas ocasiones no fue posible porque las aguas seguían revueltas, entre duras críticas de los empresarios a algunas actuaciones del Ejecutivo -política fiscal y acusaciones directas a algunas figuras destacadas del mundo de la empresa española-, algo que parece haberse reconducido.