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Con un día de retraso respecto a algunas comunidades por ser festivo el Lunes de Pascua, Euskadi afronta hoy la vuelta al trabajo en la industria y parte de la construcción con el foco puesto en la salud de los trabajadores. Desde todas las instancias ... se insistió ayer en que esa es la prioridad absoluta, si bien con matices muy diferentes según de quién partía el mensaje. Así, el Gobierno vasco insistió en que había dispuesto los protocolos necesarios. Mientras, las patronales defendieron su compromiso de minimizar el riesgo con la implantación de estrictos planes de seguridad. Y los sindicatos advirtieron de que estarán vigilantes para que se cumplan, pero con la habitual división entre ellos. ELA y LAB amenazaron con parar la actividad donde estimen incumplimientos; CC OO y UGT se mostraron más partidarios de negociar, sin por ello dejar de controlar.
Vaya por delante que todos coinciden en que la vuelta de los 230.000 trabajadores de la industria y la construcción va a ser «my escalonada», debido no solo a las restricciones derivadas de los protocolos de seguridad, sino también a la caída de la demanda y a los problemas de suministro. En la industria se espera que la actividad no supere el 20%-25%, según la Federación Vizcaína del Metal. La automoción no arranca todavía y las que reabren -Michelin, Sidenor, ITP, Aernnova, Gamesa, Irizar...- lo hacen al ralentí. En la construcción, el veto a las reformas en viviendas también limita. En todos los casos lo que más preocupa son las pymes y su difícil acceso a EPIs en un contexto general de escasez.
Sin entrar en esta cuestión, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, recordó el protocolo que elaboraron para la industria a mediados de marzo, con medidas como el distanciamiento de 1,5 metros o la higiene. También hizo mención a la guía del departamento de Trabajo publicada el sábado, que insta a consensuar las medidas entre empresas y representantes de los trabajadores (no tiene rango de Ley), y obliga a comunicar la intención de abrir con 48 horas de antelación. Establece, asimismo, un protocolo para el caso de desacuerdo: las partes podrán pedir recomendación a Osalan y, si persiste la discrepancia, entonces la autoridad laboral resolverá en 24 horas, previo informe de la Inspección.
El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, apuntó ayer que se trata de «un cauce para solucionar la discrepancias a nivel sindical», que seguro se van a producir dados los precedentes. El líder de la patronal vizcaína envió un mensaje tranquilizador en el sentido de «hay medios y consejos suficientes para cumplir los protocolos». Aseguró que los planes se adaptarán a la escasez de EPIs, que reconoce.
Por la parte sindical solo coincidieron en que estarán vigilantes de que se cumplen las medidas de seguridad, pero con el habitual abismo que separa a los dos bloques. Los dirigentes de ELA y LAB salieron con mensajes muy duros y la advertencia de que «paralizarán las plantas donde estimen incumplimientos», como ya han hecho en el pasado.
El líder de ELA, Mitxel Lakuntza, explicó que la guía del Gobierno vasco para que se pacten las condiciones es un brindis al sol. Defiende que Inspección y Osalan deberían actuar de oficio, pero no tienen medios. «Dejan la pelota al trabajador y en las pymes están especialmente desprotegidos. ¿Qué va hacer el de un taller en el que no se tomen medidas?», advirtió. Y aseguró que pocas empresas les han contactado para negociar. «Si no hay plan o no está acordado con los sindicatos, pararemos la planta», aseguró Garbiñe Aranburu, de LAB.
CC OO y UGT advirtieron de que estarán vigilantes, pero apostaron por negociar con las empresas como ya están haciendo. De hecho, esos sindicatos han pactado a nivel nacional protocolos marco en la automoción y en la construcción. «Si alguien abre sin negociar, denunciaremos, pero no creo que se arriesguen», dijo Loli García, secretaria general de CC OO-Euskadi.
Su homólogo en UGT, Rául Arza, defendió la negociación en cada centro con el modelo de Michelin y Bridgestone, que reabren con un estricto plan de seguridad negociado con el comité, liderado por CC OO y UGT. En Michelin arrancaron ya anoche, con un 25% del personal, toma de temperatura y acceso escalonado.
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